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Tres nuevos volúmenes de la Biblioteca Clásica de la RAE

Hasta la fecha se han publicado 16 títulos de este ambicioso proyecto iniciado en 2011 bajo el sello editorial Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores.

A lo largo del acto de presentación, celebrado en CaixaForum Madrid, Vargas Llosa conversó con Jaume Giró, director general adjunto de la Fundación “la Caixa”; Luis Gómez Canseco, catedrático de Literatura Española de la Universidad de Huelva y encargado de la edición de Guzmán de Alfarache, y Folke Gernert, de la Universidad de Trier, Alemania, responsable de la edición de La lozana andaluza junto con Jacques Joset, y el académico y director de la colección, Francisco Rico, autor de la edición y estudio del Lazarillo de Tormes.

La Lozana andaluza. Obra firmada Francisco Delicado, es la historia de una prostituta andaluza en la Roma inmediatamente anterior al saqueo de 1527, escudriñada en todos sus ambientes, de los bajos fondos a los palacios cardenalicios, y a través de gentes de las más diversas clases y condiciones. El relato comienza en la niñez de la protagonista en su tierra natal, pasa por su matrimonio con un mercader —que es quien le pone el nombre de ‘Lozana’ como consecuencia de su alegría y gallardía—, se extiende con su llegada a la Ciudad Eterna, donde desarrolla su carrera de cortesana y alcahueta, y concluye de forma abrupta cuando decide retirarse a la isla de Lipari, donde se hará llamar Bellida, es decir, «hermosa». A lo largo de los siglos, La Lozana andaluza ha fascinado a personalidades tan distintas como Apollinaire, Rafael Alberti o Juan Goytisolo, y dejando incluso su huella, como ha apuntado Vargas Llosa, en James Joyce y su Ulises.

Lazarillo de Tormes. Espléndida edición de Francisco Rico. Lázaro de Tormes es un pregonero de Toledo que cuenta en primera persona y en estilo llano y jocoso cómo ha llegado al «oficio real» (una plaza pública de funcionario, diríamos ahora) y a las circunstancias familiares en que se encuentra en el momento de escribir. Todo ello está contado en un tomito de aspecto humilde, en formato de bolsillo, que empezó a difundirse en 1553, o acaso a finales de 1552, pero cuyas primeras ediciones conservadas datan de 1554. En la cubierta podía leerse La vida de Lazarillo de Tormes, y de sus fortunas y adversidades. En los dos mil años de la literatura occidental no se había escrito otro libro como ese Lazarillo que al mediar el Quinientos llegaba a las manos de los españoles, -y pronto de todos los europeo-, porque ninguno había tratado antes a un personaje de la pobre categoría de Lázaro con una atención tan amplia y tan extremada, tan respetuosa con el punto de vista que un pregonero en sus condiciones podría haber tenido de sí mismo, y tan limpiamente centrada en la materialidad y en las minucias cotidianas de la existencia. La mayor revolución literaria desde la Grecia clásica: la novela realista.

Guzmán de Alfarache. Nos encontramos ante un hombre leído y formado, estudiante de Teología en Alcalá, que reflexiona sobre su vida sin escatimarnos lo indigno ni lo innoble. El Guzmán, por así decirlo, es la historia de una conciencia de la expresión de un yo complejo e individual. Los contemporáneos de Mateo Alemán compraron el libro por docenas y lo leyeron con pasión. Hasta el punto de que por sí solo dio lugar a un género y dejó una huella visible en la literatura europea hasta bien entrado el siglo XVIII. Uno de esos lectores fue Miguel de Cervantes, que encontró en la novela razones para hacer y deshacer en la redacción de su Quijote. Pocos como él intuyeron que el Guzmán de Alfarache franqueaba la puerta hacia un nuevo modo de narrar, en el que la realidad y su percepción por parte del individuo pasarían a convertirse en piedra angular para la ficción que aún estaba por llegar.

 

El porqué de la colección

Integrada por 111 volúmenes, la BCRAE contiene las obras que pueden considerarse el núcleo esencial de la tradición literaria española e hispanoamericana hasta finales del siglo XIX.

El texto que en cada caso se ofrece y los estudios y notas que la acompañan son siempre los filológicamente más seguros y que mejor reflejan los logros de la investigación. El criterio es no contentarse simplemente con una buena edición o una edición aceptable, sino sumar los trabajos anteriores y las nuevas contribuciones para presentar sistemáticamente ediciones que superen y, en cierto modo, contengan todas las precedentes.

Además de la serie básica que se inicia con los 16 tomos editados hasta ahora, el plan de publicaciones a largo plazo prevé otras dos modalidades: la Biblioteca Básica del Estudiante y la Biblioteca Clásica de Bolsillo.