- hoyesarte.com - https://www.hoyesarte.com -

La asombrosa resistencia de un talento único

Aunque solo muy raramente ha fallado de forma estrepitosa, Costello venía de dos episodios no demasiado afortunados. Su anterior disco de estudio con material nuevo era Hey Clockface (2020), un álbum algo anodino en el que su protagonista se movía confortablemente con los elementos habituales que domina con soltura pero con escasas dosis de inspiración, como avanzando sin rumbo, con el piloto automático puesto. Además, el año pasado editó un extravagante experimento llamado Spanish Model, una reinterpretación de las canciones de This Year’s Model, su imponente y maravilloso segundo disco (1978), a cargo de una desconcertante selección de artistas del ámbito latino (incluyendo a Jorge Drexler y a Fito Páez, pero también a Luis Fonsi, Juanes, Draco Rosa, Pablo López, Cami y otros muchos). Todo muy raro.

Por eso la aparición de su flamante nuevo disco supone una verdadera alegría para sus seguidores (y para cualquier aficionado a la música pop). En The Boy Named If (And Other Children´s Tales), Costello atesora logros más que suficientes para hacer de él su mejor disco de al menos los últimos veinte años. Acompañado por los Imposters (que, en realidad, es la banda de sus primeros y gloriosos tiempos, The Attractions, con la salvedad de Bruce Thomas, cuyo lugar como bajista lo ocupa Davy Faragher), en este Costello de 2022 resuenan con fuerza ecos de sus discos de los años setenta y ochenta, con la particular voz de su protagonista (en plena forma después de superar un “pequeño pero muy agresivo” tumor en 2018) y el característico teclado de Steve Nieve como elementos inconfundiblemente costellianos.

Resultando enormemente familiar, no se aprecia en el sonido del álbum ni el más mínimo atisbo de artificio meramente nostálgico. Suena a Costello por los cuatro costados porque no puede ser de otra forma, pero lo hace con la frescura, la energía y el ímpetu de su mejor versión. Es pop y rock and roll musculoso, afilado, de guitarras crujientes y poderosas; también delicado, fino, siempre sobrado de clase. 

Lejos de veleidades como la también reciente (y fallida) aproximación al hip hop que supuso Wise Up Ghost, su disco junto a The Roots, The Boy Named If es un álbum que no busca sorprender con hallazgos extravagantes ni forzados cambios estilísticos, sino que se limita a recoger un puñado de espléndidas canciones y dotarlas del mejor revestimiento posible, con arreglos por lo general sobrios y ajustados, destacando la luminosa colaboración de la cantautora americana Nicole Atkins, que pone una exquisita segunda voz al precioso medio tiempo My Most Beautiful Mistake.

Ni es innovador ni lo pretende, pero destila un genuino espíritu juvenil, lo que no deja de tener su mérito tratándose de un tipo de 67 años que lleva casi cincuenta en la carretera.

Enormemente prolífico, trabajador incansable, inquieto visitador de géneros diversos y buen amigo de compartir su talento con músicos del más variado pelaje, Patric Declan McManuss mantiene una asombrosamente sólida carrera desde 1977, cuando se editó su excelente primer álbum, My Aim Is True, un disco poderoso, enérgico, crudo y vibrante, que, en plena revuelta punk, tuvo que batirse el cobre con los estrenos de los Clash, los Damned o los Sex Pistols.

Producido por Nick Lowe (otro genio, algo más en la sombra, de la nueva ola británica), el disco es pura improvisación y espontaneidad en el mejor de los sentidos. Costello, que ya estaba casado y con un hijo y que curraba como informático para la firma de cosméticos Elisabeth Arden, llevaba algunos años haciendo canciones y presentándolas en directo en pubs ante audiencias más bien escépticas, incorporado a la escena del pub-rock, un relativamente escaso grupo de casi heroicos resistentes amantes de las esencias del rock and roll y el pop de guitarras frente a los estomagantes y cada vez más aburridos reyes del rock progresivo.

Como para tantos otros músicos, la irrupción del punk, con la correspondiente proliferación de pequeñas compañías discográficas independientes, constituye una inmejorable oportunidad para cambiar de vida y dedicarse al mundo del espectáculo, respetando así la tradición familiar: su padre, Ross McManus, era trompetista y vocalista en la orquesta de jazz del entonces relativamente popular Joe Loss e incluso logró un éxito en Australia con una versión del Long And Winding Road de los Beatles (fácilmente localizable en la red).

McManuss ficha por Stiff Records y, aunque la idea inicial era la de ejercer de compositor oficial del sello, los acontecimientos se precipitan y en cuestión de semanas Jake Riviera (jefe del sello) le bautiza como Elvis Costello, le busca banda de acompañamiento (Clover, una banda de country-rock de Los Ángeles que se había trasladado al Reino Unido en busca de la fortuna que no habían hallado en su país) y le reserva cuatro sesiones de seis horas en un estudio de grabación.

El resultado es un álbum brillante, un disco absolutamente icónico y representativo de su momento pero, a la vez, dotado del robusto material que convierte a las obras de arte en creaciones atemporales. Ciertamente, está lejos de ser un disco de punk ortodoxo, pero la deliberadamente desaliñada y directa producción de Nick Lowe y las generosas dosis de mala leche, cinismo y desencanto de las letras encajan como un guante en la escena musical de 1977.

No es un éxito instantáneo, pero las críticas son buenas y el disco pone a su protagonista definitivamente en el mapa, lo que le permite abandonar su trabajo de oficinista y fundar The Attractions, la formidable banda de acompañamiento con la que se convierte en una de las sensaciones del momento, tanto en disco como, especialmente, en un explosivo y poderoso directo.

My Aim Is True forma, junto con This Year´s Model (1978) y Armed Forces (1979), la que es considerada de forma unánime como una auténtica trilogía de oro: una arrolladora colección de canciones formidables interpretadas con tanta vehemencia como competencia, con guitarras furiosas (pero también sutiles) y una base rítmica implacable. 

Pero es que lo que viene a continuación es una increíble sucesión de discos fabulosos, inspirados y eclécticos en los que se desarrolla hasta su plenitud uno de los talentos más sobresalientes del pop británico.

Amainada la tormenta punk-rock, Get Happy (1980) es un respetuoso pero personal e inspiradísimo ejercicio de estilo de soul y rhythm and blues al estilo de Motown o Stax en el que tanto el propio Costello como los Attraction evidencian una pasmosa versatilidad. Trust (1981) es el Rubber Soul de Costello: permanecen las canciones alegres y vigorosas y el ímpetu guitarrero, pero asoma con más consistencia el potencial de su autor como compositor heterogéneo, poliédrico, capaz de un repertorio más sofisticado y ambicioso. Una maravilla a la que sucedió Almost Blue (también en 1981), una selección de baladas y medios tiempos del country clásico que permitían a Costello mostrar otra de sus facetas, hasta ese momento desconocida. Imperial Bedroom y Punch The Clock (1982 y 1983) son otros dos álbumes brillantes y luminosos, llenos de grandes canciones pop adornadas con profusión de arreglos de teclado, cuerdas y vientos.

Con momentos ciertamente apreciables, Goodbye Cruel World es su primer tropiezo, algo que puede decirse con las bendiciones del propio interesado, que en las notas de la reedición del álbum de 1995 animaba al oyente con un explícito “Felicidades. Acabas de comprarte nuestro peor disco”.

Felizmente, se trata de un bache pasajero, porque los discos que le quedaba por sacar en la década de los ochenta son otras tres joyas: una feliz incursión en el rock de raíces americano con producción de T Bone Burnett (King Of America, editado en 1986) un arrebato de elegante rock guitarrero (Blood And Chocolate, también del 86) y un complejo, ecléctico y exhaustivo compendio de influencias diversas (folk irlandés, jazz, americana, pop clásico de orientación sesentera…) en el que aparecen dos canciones compuestas junto a Paul McCartney, incluyendo la fantástica y pegadiza Veronica (Spike, 1989).

El nivel medio, a partir de entonces, no podía ya seguir siendo superlativo, pero el vasto conocimiento musical de Costello, su pasmosa elasticidad, su insaciable apetito musical, su rotundo instinto, su espíritu aventurero y, por supuesto, su incomparable talento, hacen que avance casi siempre con éxito en multitud de direcciones, combinando discos decentes con otros olvidables y algunos más todavía brillantes. Así, aborda la música clásica con un ánimo pop en The Juliette Letters (1993), grabado junto al Brodsky Quartet, y con mucha más solemnidad (y escaso interés para el grueso de los seguidores de Costello) en For The Stars (2001), junto a la mezzo-soprano sueca Anne Sofie Von Otter y en Il Sogno (2004), de muy apropiado título.

Mucho más interesantes y fructíferas resultaron sus colaboraciones con Burt Bacharach, con quien en 1998 grabó el magnífico Painted From Memory, o Alain Toussaint, leyenda del rythm and blues de Nueva Orleans con quien registró un muy apreciable The River In Reverse (2006).

En la última década ha editado discos más que aceptables, destacando especialmente su álbum de 2018, Look Now, en el que recuperaba buena parte del brío de los ochenta y del que, después de un decepcionante Hey Clockface (2020), este flamante The Boy Named If es una muy feliz y mejorada continuación.

Elvis Costello & The Imposters. Magnificent Hurt


Elvis Costello. The Angels Wanna Wear My Red Shoes

Elvis Costello & The Attractions. Lip Service

Elvis Costello & The Attractions. Green Shirt

Elvis Costello & The Attractions. High Fidelity

Elvis Costello & The Attractions. Radio Radio

Elvis Costello & The Attractions. Watch Your Step

Elvis Costello & The Attractions. Tonight The Bottle Let Me Down

Elvis Costello & The Attractions. The Loved Ones

Elvis Costello & The Attractions. The Element Within Her

Elvis Costello & The Attractions. I Wanna Be Loved

The Costello Show. Our Little Angel

Elvis Costello & The Attractions. I Hope You Are Happy Now

Elvis Costello & Nick Lowe. Baby It´s You

Elvis Costello. Veronica

Elvis Costello. So Like Candy

Elvis Costello & The Brodsky Quartet. I Almost Had a Weakness

Elvis Costello. Sulky Girl

Elvis Costello & The Attractions. All This Useless Beauty

Elvis Costello & Burt Bacharach. This House Is Empty Now

Elvis Costello. 45

Elvis Costello & The Imposters. Bedlam

Elvis Costello & The Imposters. American Gangster Time

Elvis Costello & The Imposters. Suspect My Tears

Elvis Costello & The Imposters. My Most Beautiful Mistake