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Vacilando a Damien Hirst

Al menos es lo que acaba de descubrir un artista grafitero de 17 años que se hace llamar con el seudónimo de Cartrain, a quien, pensando que estaba estableciendo una disputa amistosa entre él y el famoso artista, no se le ocurrió nada mejor que robar unos lápices HB que formaban parte de la instalación de Hirst titulada Farmacia, expuesta en la Tate Britain de Londres.

Pique entre artistas

La historia comenzó hace aproximadamente un año, cuando Cartrain usó una imagen del famoso cráneo de Hirst con incrustaciones de diamantes, una obra titulada For the Love of God (Por el Amor de Dios), para crear una serie de collages que puso a la venta en una página de arte de internet.

Hirst informó de hecho al organismo británico que gestiona los derechos de autor, Design and Artists Copyright Society, y este envió una serie de requerimientos legales a la página web que vendía los collages que, inmediatamente y con una disculpa verbal, entregó a Hirst el material demandado.

Cuando el pasado 4 de julio Cartrain entró en la Tate Britain y vio los lápices en la instalación de Hirst sin ningún vigilante por los alrededores, rápidamente le vino a la cabeza como vengarse del famoso artista. Tomó los lápices y ese mismo día hizo un cartel al estilo de los de “wanted” que decía: “Para que los lápices de Hirst regresen a su sitio sanos y salvos, quiero que me devuelvan las obras que la DACS y Hirst me quitaron en noviembre. No es una gran demanda… Hirst tiene hasta finales de este mes para resolver este asunto o el 31 de julio afilaré todos los lápices. Queda advertido".

Un semana más tarde…

Unas semanas más tarde, al regresar a casa, se encontró con unos agentes del Departamento de Arte y Antigüedades de Scotland Yard, con una orden de arresto por haber producido daños en una obra pública valorada en 10 millones de libras (11,3 millones de euros), además de haber robado una caja de lápices de 500.000 libras (568.693 euros), y otra contra su padre, de 49 años, como sospechoso de estar escondiendo y ocultando los lápices.

Posteriormente, la policía retiró la denuncia contra el padre al considerar que el único culpable era Cartrain, quien actualmente se encuentra en libertad provisional bajo fianza, a la espera de saber si será formalmente acusado de tales cargos.