Leo no habla: enmudeció a raíz de la muerte de sus padres en un accidente. Alegre y vivaz, siente que no encaja ni en el centro de acogida donde vive ni con las familias que le han sido asignadas hasta ahora. De espíritu positivo y aventurero, es una chavala espabilada para su edad, con recursos para comunicarse a pesar de no poder hablar.
Ahora —y ahí arranca la película—, con apenas diez años, se fuga del centro en el que vive. En su camino se cruza con Lou, un hombre de mediana edad, escéptico y de carácter solitario, cuya vida va cuesta abajo. Un tipo gruñón, experto en meterse en líos. Lou cree que le hace un favor llevándola de vuelta a casa, pero Leo lo ha convertido, sin que él lo sepa, en su compañero de fuga rumbo a una competición de pesca en la que siempre ha soñado con participar. Así comienza el viaje de esta peculiar pareja: una niña que no habla y un hombre que no quiere escuchar. Juntos emprenderán una divertida y sorprendente aventura que les cambiará la vida para siempre.
La huida de Leo es, en el fondo, una búsqueda: la búsqueda de un lugar en el que realmente llegue a encajar, la persecución de un nuevo hogar. Por su parte, Lou —como queda apuntado— es un nihilista solitario y parco en palabras. Sin embargo, a pesar de que ambos tienen dificultades para establecer relaciones con otras personas, consiguen conectar, apoyarse y crear una unión muy especial.
En palabras del director y coguionista, que en su día fue nominado al Goya por su corto Extraños en la carretera: “Las relaciones paternofiliales son, sin duda, mi debilidad. La propia lógica de la relación entre un adulto y un niño me llama poderosamente la atención: uno, con la mirada desconfiada que implica crecer; el otro, descubriendo el mundo con ojos inocentes. Si echo la vista atrás, no me es difícil rememorar momentos en los que estoy con mis padres mientras ellos intentan enseñarme su forma de ver el mundo o comparten sus aficiones conmigo. A lo largo del guion han sido innumerables las anécdotas que he podido introducir en la historia, a modo de homenaje a aquellos momentos en los que forjé mi personalidad junto a dos de los grandes referentes de mi vida: mi padre y mi abuelo”.
“Leo & Lou —añade Solano— es una fábula accesible a públicos de todas las edades, sobre unos personajes que no parecen encajar muy bien en la sociedad. Pero el azar les lleva a encontrarse y, en principio por necesidad, a tener que entenderse y complementarse, creando así un vínculo tan fuerte como sorprendente. La película usa el viaje como un reflejo visual del mundo interno de sus personajes, en una travesía por carretera y mar cuyo destino realmente no es un lugar físico, sino el encuentro con uno mismo y con los demás. Esa travesía nos lleva por los paisajes de la Galicia de mi infancia y de los recuerdos de mi adolescencia. Así que, habiendo tenido la fortuna de llevarlo a un terreno tan personal, espero que esta aventura os resulte tan magnética y visualmente atractiva como conmovedora y sanadora”.
Escrita por Carlos Camba Tomé y el propio Carlos Solano, Leo & Lou está protagonizada por Isak Férriz (El cuerpo en llamas) y la debutante Julia Sulleiro, una niña que lleva dentro una actriz. Completan el reparto secundarios de lujo como Manuel Manquiña, Marta Larralde, María Pujalte y Maggie Civantos.
Leo & Lou
Dirección: Carlos Solano
Guion: Carlos Camba, Carlos Solano
Intérpretes: Julia Sulleiro, Isak Férriz, Manuel Manquiña, Marta Larralde, María Pujalte, Maggie Civantos
Fotografía: Borja López Díaz
Música: Iván Palomares
España, Reino Unido, Rumanía / 2025 / 101 minutos
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