El Museo San Telmo se reafirma así como centro de referencia para la investigación, producción, presentación y divulgación del conocimiento relacionado con la historia y el devenir de la sociedad global.
Huellas en la memoria, El Despertar de la Modernidad, Los Desafíos y la Colección Histórica de Bellas Artes son las secciones en las que se articula esta exposición permanente, que se complementa en su inicio con el audiovisual titulado De convento a museo, que narra la historia del edificio.
La exposición permanente se ha articulado en estas secciones para poder mostrar una selección de las más de 26.000 piezas inventariadas que conforman sus colecciones: cuadros, esculturas, dibujos, grabados, figuras egipcias, armas, medallas, cerámica, instrumentos musicales, estelas, argizaiolas, planos, fotografías, aperos agrícolas u objetos industriales.
Colección de Bellas Artes
Dentro de la oferta expositiva del San Telmo, el ámbito de Bellas Artes se plantea a partir de un discurso cronológico dividido en dos grandes áreas: 100 años de Arte Vasco y la Colección Histórica.
La primera sala exhibe un centenar de obras seleccionadas y clasificadas cronológicamente desde finales del siglo XIX hasta los años ochenta del siglo XX. Este recorrido ha sido posible gracias a los fondos del Museo, pero también a nuevas adquisiciones que han permitido completar la colección y aportarle mayor cohesión. Con este mismo fin, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS), el Museo de Bellas Artes de Bilbao, la Fundación Museo Jorge Oteiza, el MUICO y las galerías Moisés Pérez de Albéniz, Altxerri y Michel Mejuto han cedido una selección de obras representativas de distintos periodos artísticos para ser expuestas.
La exposición se inicia con piezas de autores destacados como Irureta, Amárica, Arteta, Ameztoy o Irazu, que se completan con varias piezas de nueva adquisición de José Echenagusia «Echena» y Eduardo Zamacois, nombres clave para explicar el momento artístico en el paso de lo decimonónico a lo contemporáneo.
Los comienzos del siglo XX están retratados a través de obras como El Pilluelo de Anselmo Guinea, que también se encuentra entre las nuevas adquisiciones, así como de obras de Darío de Regoyos y Francisco Iturrino cedidas en depósito, que completan la panorámica de la época.
El paso a la modernidad está representado con los trabajos de Quintín de Torre y con la obra de Julián de Tellaeche Mujeres de la costa vasca (1922-23), cedida por el MNCARS. Asimismo, en los años previos a la Guerra Civil es cuando mejor se aprecia la renovación de ideas y debates sobre el arte moderno, período reflejado en la obra de Jenaro Urrutia, Joaquín Lucarini, Carlos Ribera y Nicolas Lekuona.
Para la representación de los años 60 y del resurgimiento plástico generado a partir de la Escuela Vasca y, más en concreto, del Grupo Gaur, el San Telmo ha seleccionado obras de Remigio Mendiburu, José Antonio Sistiaga, Rafael Ruiz Balerdi, José Luis Zumeta, Jorge Oteiza y Eduardo Chillida.
Los artistas de los años 70 como Andrés Nagel o Vicente Ameztoy, que convivieron con la anterior generación, han visto reforzada su presencia expositiva con la adquisición de obra de Esther Ferrer. Por último la presencia de autores de la Nueva Escultura Vasca de los años 80 se completa mediante la adquisición de obras de Txomin Badiola y el colectivo CVA, así como con el depósito de dos obras de Ángel Bados.
500 años de historia del arte
La Colección Histórica se ha planteado de manera independiente al resto de áreas expositivas. Desde un planteamiento historicista, esta sección tiene un marcado carácter divulgativo y didáctico, para acercar al público a 500 años de historia del arte a través de los fondos de artes plásticas del Museo, además de los numerosos depósitos del Museo del Prado que han estado en la colección del centro donostiarra prácticamente desde sus inicios. Dichos depósitos se han ampliado en diez piezas, con obras de Andrés Gines de Aguirre, Charles Joseph Flipart y Carlos de Haes.
La muestra se inicia con varias pinturas anónimas del siglo XV, representativas del gótico europeo, en el siglo XVI se realiza una aproximación al Renacimiento, con obras de artistas como Tintoretto, Navarrete el Mudo, Bassano o Pantoja de la Cruz para llegar al Manierismo con las obras de El Greco. El Barroco está representado en la colección con piezas de artistas de sus diferentes escuelas Guido Reni, Luca Giordano, David Teniers, José Ribera o Valdés Leal, entre otros. El siglo XVIII y el Neoclasicismo se refleja a través de las piezas de Andrés Ginés de Aguirre, Nicolás Largillière, Hubert Robert o Charles Joseph Flipart. El siglo XIX, con sus distintos movimientos –Romanticismo, Realismo e Impresionismo– es el período que está representado de forma más abundante en la colección. Obras de Carlos de Haes, Martín Rico, Mariano Fortuny o Joaquín Sorolla completan este interesante recorrido por la historia del arte.