La muestra, que ya se ha podido ver en Londres y ahora se exhibe hasta el 24 de mayo en París, pone de manifiesto que el artista británico realizó su obra con perfecta conciencia de la pintura de los maestros antiguos, a los que estudió en profundidad, sin dejar de prestar atención a la aportación de algunos de sus contemporáneos.
Feroz competencia
De esta forma, se plantea por primera vez un diálogo entre las obras más relevantes del artista, las de los maestros de otras épocas y los de la suya propia. La exposición arrojará luz sobre un aspecto menos conocido de Turner: su obsesión por demostrar que era tan bueno, si no mejor, que los viejos maestros a los que tanto admiraba.
Turner nació en una familia de clase trabajadora y luchó sin descanso desde los 10 años para ver cumplida su ambición de convertirse en un gran artista: "Yo soy el gran león del día", problamó en una ocasión. Durante su trayectoria entró en feroz competencia con los artistas que él consideraba como rivales dignos de su propia fama, ya fueran del pasado o de su época.
La muestra incluye la obra de Claude de Lorraine Puerto con el embarque de la Reina de Saba (1648), con el que el pintor afirmó haber llorado la primera vez que lo contempló porque "jamás sería capaz de pintar nada parecido".
Voluntad de totalidad
En el Museo del Prado, donde se expondrán un total de 80 obras procedentes de instituciones y colecciones europeas y norteamericanas, se incluirán algunas novedades con respecto a las muestras de Londres y París, como Sombra y oscuridad. La víspera del Diluvio, Luz y color. La mañana después del Diluvio y Paz. Entierro en el mar, tres obras maestras que Turner realizó al final de su carrera.
Con voluntad de totalidad, Turner y los Maestros pretende que el visitante pueda percibir el alcance de los vínculos de artista con otros pintores muy destacados como Rembrandt, Rubens o Claudio de Lorena, entre otros, y el modo profundamente original en que asimiló su influencia desde el período inicial de su carrera a sus últimas composiciones.
Madrid. Turner y los maestros. Museo del Prado [1].
Desde el 22 de junio de 2010.