Argel, 1938. Meursault, un hombre tranquilo y reservado que ronda la treintena, asiste impasible al funeral de su madre sin derramar una lágrima. Encaja esta actitud con el espíritu de un ser descreído que, presa del absurdo y del sinsentido de las cosas y de los hombres, se siente inmerso en un vacío ante el que todo parece resbalarle.
Tras el entierro, inicia una aventura con Marie, una compañera de trabajo, y vuelve a su rutina con aparente normalidad. Pero su vida se ve alterada por la compañía de un turbio vecino que lo involucra en sus oscuros asuntos personales. Comienzan a verse cada vez más, estableciendo una extraña «amistad». Un mal día, bajo un sol sofocante, en una playa desierta, un encuentro fortuito desencadena un trágico suceso que cambiará irremediablemente el destino del joven. Nada volverá a ser lo que fue.
La película, desde el estilo provocador e intimista que caracteriza la obra de Ozon, supone una reinterpretación contemporánea, con tintes de cine clásico, de la mítica novela en la que, a mediados del siglo pasado, Camus construyó un alegato literario muy poderoso contra la violencia y la pena de muerte.
Entonces, en los años cuarenta del pasado siglo, el escritor francés colaboraba activamente con la Resistencia y dejó escrito: «No me imaginaba en otro lugar en el que estar mejor. Me parecía que no se podía estar del lado de los campos de concentración. Comprendí entonces que detestaba menos la violencia que las instituciones de la violencia». Además, su prestigio era grande como editor de Combat, una publicación de la Resistencia que se convertiría en diario tras la victoria aliada.
Protagonizada por Benjamin Voisin, actor que ya colaboró con Ozon en Verano del 85 y al que hay que seguir muy de cerca, pues parece estar llamado a convertirse en estrella, y Rebecca Marder, El extranjero cuenta con la participación de Denis Lavant y Swann Arlaud.
La introspección que gravita sobre la literatura de Camus —Premio Nobel en 1957, con solo 44 años— hace que no sea fácil convertirla en carne de cine. Pero su poder ha llevado a que hayan sido varios los directores que han aceptado el reto. Es el caso de Luchino Visconti, que en 1967 rodó la primera adaptación de El extranjero, con Marcello Mastroianni como protagonista. No es la mejor película del legendario realizador italiano. A aquella versión se refiere ahora el propio Ozon: «Como me ha pasado a mí, en principio Visconti se propuso hacer una película muy fiel a la novela del escritor, pero no pudo hacer lo que quería. La viuda de Camus estuvo presente en aquel rodaje e impuso que fuera absolutamente calcada al libro. Algo imposible porque, en mi opinión, para adaptar adecuadamente una novela hay que traicionarla, pues hay que asumir que el lenguaje literario es diferente del cinematográfico. Es así».
En 1992, el director argentino Luis Puenzo llevó a la pantalla La peste, otra mítica obra del francés. William Hurt, Sandrine Bonnaire y Robert Duvall protagonizaban una laboriosa adaptación que adolecía de notables altibajos. El primer hombre, última obra de Camus, fue llevada al cine por Gianni Amelio en 2011. Una versión más que digna de una novela con tintes autobiográficos sobre un individuo que regresa a Argelia y hace balance de su niñez.
También Argelia está en el centro de El invitado, novela en la que Camus denunciaba la violencia del colonialismo francés en aquella nación africana. Bajo el título Lejos de los hombres, Viggo Mortensen dirigía en 2014 uno de los mejores trasvases de la literatura a la pantalla que haya experimentado la obra del escritor, que ahora, con la aportación de François Ozon, sigue creciendo.
El extranjero
Dirección: François Ozon
Guion: F. Ozon sobre la novela homónima de Albert Camus
Intérpretes: Benjamin Voisin, Rebecca Marder, Denis Lavant y Swann Arlaud
Fotografía: Manuel Dacosse (B&W)
Música: Fatima Al Qadiri
Francia / 2025 / 122 minutos