El programa está conformado por dos caballos de batalla que imponen respeto incluso a las batutas más avezadas: el Concierto nº 4 para piano y orquesta, en Sol mayor, de Ludwig van Beethoven, y la Sinfonía nº 4, en Do menor, de Dimitri Shostakovich, de quien también se han programado la Séptima y Décima.

Pires ha dejado memorables interpretaciones de la música del compositor de Bonn en las salas de todo el mundo y muchos esperan que pronto le llegue el turno al disco. Mientras tanto, estos momentos en vivo invitan a dejarse llevar por su poético pianismo con una obra magistral en la que uno no sabe qué admirar más, si la arquitectura de la idea musical, la audacia armónica o la abundancia de temas desarrollados.

Sin apenas solución de continuidad llegará la más compleja sinfonía de Shostakovich, tanto por su escritura como por su contenido emocional, a lo que se suma una nutrida orquestación y una duración considerable.