Situado junto al borde del río, dentro del que fue recinto de la Exposición Universal de 1992, se levanta el volumen del teatro: una caja dentro de otra caja.

La de los milagros, la sala, la caja negra, de 20,50 metros de altura, girada e inscrita dentro de otra. Un volumen limpio, chapado en piedra natural, desnudo, sin ornamentación, destacará entre la vegetación del borde del agua.