En las cercanías donde confluyen los ríos Genil y Darro se encuentra los Paseos del Salón y de la Bomba. Antiguamente, estas avenidas constituían el límite de la ciudad llana hacia el Sureste. Aunque la mayoría de sus álamos (plantados en 1612) crearon en origen dos hileras, en realidad formaron un solo paseo desde 1715, cuando estaba adornado con seis fuentes y se extendía por el cauce del Genil que delimitaba una parte, y por la muralla de la ciudad y la denominada “acera de los lecheros” que se disponía entre el final de la Carrera y la puerta del Pescado, abarcándolo por la otra zona.