Es el único que se ha conservado intacto y en activo desde principios del siglo XVII hasta la actualidad. Fue construido en 1628 por Leonardo de Oviedo a partir de una remodelación del antiguo Mesón del Toro. La reforma consistió en la construcción de un tablado, mientras que en las crujías restantes, donde se ubicaría el público, se imitó el esquema compositivo de la Plaza Mayor. El patio era utilizado como lugar de acceso al resto de las dependencias que rodeaban su entramado de madera, tanto cuando se utilizó como espacio escénico, como cuando fue mesón. En 1954 fue descubierto y comprado su patio por el Ayuntamiento. Tras sucesivas restauraciones, en la actualidad funciona como teatro y acoge una intensa actividad durante todo el año.