Cae la noche y Piero acude a su primera cita con Lara. El encuentro se va a producir en una cena en la casa de ella. Nerviosos ambos, intentan impresionarse, pero dentro de sus cabezas reina el caos. Las múltiples personalidades que ocupan su mente —la romántica, la racional, la insegura, la erótica y la pasional— pelean por el control de la situación.

En el intento de mostrar cada cual su mejor cara, su versión más seductora, dialogan, discuten y, entre verdades, confidencias, mentiras piadosas y otras que no lo son tanto, se cruzan miradas, nervios y silencios. ¿Quién ganará la batalla interior? ¿El corazón o el deseo? Las expectativas son altas, la noche está abierta y promete.

Lara y Piero son los protagonistas de la aventura humana, fascinante y misteriosa, que es el encuentro entre dos mundos. Un viaje en el que, aunque sean dos —mejor: seamos, pues la propuesta salta de la pantalla e implica al espectador—, en realidad son, somos muchos, porque cada uno de nosotros es rico en matices y alberga multitudes.

Lara, mujer atractiva de unos 35 años, de aire simpático, algo desordenada y creativa, independiente y naïf. Insegura, como cualquiera en una primera cita. Como todas, ha vivido enamoramientos y desilusiones, ha tropezado y se ha vuelto a poner en pie. Y quién sabe si este Piero…

Piero, rondando los 40, con un pasado complicado, un futuro incierto y un presente algo torpe, sobre todo porque la primera cita es en casa de ella. Pero, si ha renunciado al partido de fútbol de su equipo favorito por aceptar la invitación a cenar de esta recién conocida Lara, quizá eso quiera decir algo…

Como ha declarado el propio Genovese, el germen de la historia de esta primera cita surgió en 1999, cuando rodó un spot publicitario para la televisión pública. «LocaMente no habla de emociones, sino de personalidades —matiza—. Me gustaba la idea del caos en la cabeza. Cuando rodé el spot pensé en construir una historia, pero no fue hasta hace cinco años, con mis guionistas, cuando empezamos a pensar en contar ese caos interior propio de los seres humanos».

Genovese apela a la identificación y la empatía a través de dos personajes cuyos pensamientos bien podrían estar en nuestras propias cabezas. Protagonizada por dos de los actores más queridos de Italia, el ganador del David di Donatello Edoardo Leo y Pilar Fogliati, LocaMente salta de la imagen de ambos a la de las «personalidades» que habitan en sus cabezas. Ponen cara a esas personalidades que transmiten los pensamientos de la pareja Claudia Pandolfi, Marco Giallini, Emanuela Fanelli, Claudio Santamaria, Maria Chiara Giannetta, Rocco Papaleo, Vittoria Puccini y Maurizio Lastrico, formando un elenco coral que dinamiza la trama con un toque picante, divertido y muy original.

Como se pregunta el propio director: «¿Cuántas personalidades albergamos? ¿Con cuántas facetas de nuestro carácter tenemos que lidiar cuando tomamos una decisión? ¿Y cuántos choques se producen en nuestra mente cuando esa decisión resulta incómoda, complicada, desestabilizadora o arriesgada? Ese es el punto de partida de esta comedia, que pretende explorar y narrar el conflicto interno al que nos enfrentamos al decidir, especialmente cuando se trata de esas decisiones capaces de volver la vida maravillosa o insoportable, como son las sentimentales».

«Hoy la mujer reivindica más, y es absolutamente justo», destaca Genovese. «Su rol ha evolucionado muchísimo, se ha reafirmado, ha conquistado espacios, hace valer sus derechos. Por eso, Lara es completamente dueña de sus decisiones. También queríamos contar la inadecuación del hombre actual, que es un hecho. Su rol milenario ha cambiado tan rápido en los últimos años que necesariamente se siente descolocado y necesita reaprender. Esto se manifiesta de distintas maneras en la sociedad. Hay una parte que rechaza el cambio, otra que lo observa desde fuera (“sí, el patriarcado es absurdo, pero a mí no me afecta”) y una tercera que lo acepta plenamente, pero no sabe bien cómo gestionarlo. De ese juego de tensiones nace un conflicto que resulta muy interesante».

LocaMente es una comedia romántica que, aunque aparentemente clásica, ofrece un punto de vista novedoso: el interior de la mente de sus dos protagonistas. La película quiere sembrar dudas, abrir espacios a la reflexión, incidir en la conveniencia de no trazar líneas fijas e inamovibles, sino valorar cada situación y su contexto, entendiendo que en la vida todo o casi todo es subjetivo y circunstancial. A nadie se le escapa lo interesante de esta perspectiva. No se la pierdan.