Lejos de ser un simple biopic sobre dos figuras clave del arte moderno, el filme traza una mirada profundamente humana sobre una relación marcada por la desigualdad, el silencio y la resiliencia. Al tiempo reivindica la figura de Münter como mujer moderna, libre y visionaria. Narrada desde su perspectiva, reconstruye una relación desigual en la que Münter fue compañera, musa, protectora… y, finalmente, olvidada. Mientras Kandinsky (Moscú, 1866 – Neuilly sur Seine, 1944) alcanzaba fama internacional y se apartaba de ella hasta prácticamente despreciarla, ella siguió profesándole una admiración sin límites rayana en la obsesión.
En los primeros años cuarenta y tras dos décadas sin saber de él, se jugó la piel al custodiar en secreto obras de su amante y de otros miembros del legendario grupo El Jinete Azul de la depredación nazi. En su día no recibió reconocimiento alguno por ese acto que salvó de la desaparición obras maestras de la pintura. A través de impactantes imágenes que se recrean en los plácidos paisajes que los protagonistas habitaron, el filme muestra como Gabriele Münter conoció a Wassily Kandinsky cuando aún soñaba con abrirse camino en el arte. Entre pinceles, viajes y el carácter inquieto de un genio atormentado, nació una pasión que los unió como amantes y como cómplices creativos.
Münter y el amor de Kandinsky nos acerca a una mujer que amó con entrega, que inspiró y protegió un legado artístico, y que, aun así, fue relegada al olvido. Un retrato de deseo, traición y resistencia, pero también de la fuerza silenciosa de quien se niega a desaparecer de la historia protagonizando un relato de amor y desamor que cambió para siempre la historia del arte.
Ella
Gabriele Münter fue una figura esencial del expresionismo alemán y una de las fundadoras del influyente grupo artístico Der Blaue Reiter (El Jinete Azul), clave en la renovación del panorama artístico de Múnich a comienzos del siglo XX. Su interés inicial por la fotografía surgió durante un viaje a Estados Unidos entre 1898 y 1900. A su regreso a Alemania, decidió formarse como artista y estudió en la escuela Phalanx de Múnich, donde conoció a Kandinsky, su maestro y pareja. Viajaron juntos por Europa y el norte de África, y vivieron con sus altibajos, pues él estaba casado, catorce años de idilio.
En 1908, Münter descubrió el pueblo bávaro de Murnau, cuya luz y tradición pictórica local influyeron decisivamente en su estilo: formas simplificadas, colores intensos y una expresividad vibrante. Allí entabló amistad con Alexej von Jawlensky y Marianne Werefkin, con quienes compartió un fértil intercambio artístico.
Participó activamente en las exposiciones de la NKVM (Nueva Asociación de Artistas de Múnich) hasta que, tras desacuerdos internos, fundó el movimiento Der Blaue Reiter junto a Kandinsky y Franz Marc. Tras la Primera Guerra Mundial, vivió en Escandinavia y más tarde regresó a Alemania.
Sus últimos años los pasó en su casa de Murnau, donde siguió creando hasta su muerte. En 2024 el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid presentó una retrospectiva dedicada a Münter, la primera en España sobre la pintora.

Münter y el amor de Kandinsky
Dirección: Marcus O. Rosenmüller
Guion: Alice Brauner
Intérpretes: Vanessa Loibl, Vladimir Burlakov, Felix Klare, Julian Koechlin, Monika Gossmann
Fotografía: Namche Okon
Música: Martin Stock
Alemania / 2025 / 119 minutos
Surtsey Films















