En junio del año siguiente, otra relumbrante escultura de Koons, perteneciente a su icónica serie “Celebration», titulada como “Balloon Flower (Magenta)», superó ese precio, obteniendo 25.7 millones de dólares, en esta ocasión en Christie’s. Pocos meses después, Lehman Brothers se declaró en quiebra, la mayoría de las economías nacionales entraron en recesión y el mercado del arte cayó en un pronunciado declive.

Ahora, apenas dos años después de esa última venta histórica, se espera que otro «globo de flores», en esta ocasión en color azul, llegue a conseguir en la próxima subasta de Christie’s Nueva York del 10 de noviembre un precio entre 12 y 16 millones de dólares.

Como es de esperar, lo que ocurra esa noche en Christie’s va a ser considerado por los especialistas como un indicador fiable del nivel máximo al que puede llegar el mercado del arte hoy en día. Una especie de prueba práctica de la vitalidad del sector.

Brett Gorvy, presidente adjunto de Christie’s y co-director de arte contemporáneo y de posguerra,  declaraba en relación a esta venta: «No creo que nadie vaya a pensar que han vuelto los tiempos de bonanza, pero sí es cierto que el mercado está muy fortalecido en lo que se refiere a determinadas piezas de arte importantes”.

Una obra con garantía de origen

La obra de Koons proviene de un vendedor de absoluta garantía, como es la Daimler Art Collection, una división de la empresa automovilística alemana con más de 33 años de edad, que posee una colección privada de alrededor de 1.800 obras, especialmente centrada en arte minimalista.

“Koons trata sus trabajos como los niños», comentaba Brett Gorvy. «Es extraordinariamente práctico. De hecho, hace un par de días estuvo en el Rockefeller Center, donde está instalada la obra, ayudando a nuestro fotógrafo a elegir los ángulos desde los que disparar. La promoción de la escultura ha sido implacable, incluyendo la producción de un catálogo especial, en el que Koons ha revisado todas y cada una de las imágenes del libro».

Después de todo esto, Christie’s confía en encontrar un comprador a la altura de su estimación inicial. “Mientras hemos visto cómo determinados artistas han ido bajando sus precios considerablemente, la cotización de Koons, sin embargo, sigue siendo relativamente alta. Lo cierto es que coleccionistas como Steve Cohen, Eli Broad o François Pinault están muy comprometidos con la obra de este artista en particular. Nos sentimos muy apoyados tanto por parte de estos coleccionistas como por los propios museos” añadía Gorvy.