Justo un día antes de su renuncia, la Conselleria de Cultura y Deporte de la Generalitat Valenciana, encabezada por Vicente Barrera (VOX), también vicepresidente primero del Gobierno, había anunciado su intención de remitir a la Fiscalía la documentación relativa a este «caso» por si pudiera ser constitutivo de delito.

El comunicado de Enguita, que desempeñaba el puesto desde septiembre de 2020, reza lo siguiente:

«Esta mañana a las 12.15 horas he comunicado al vicepresidente de la Generalitat, Vicente Barrera, mi renuncia al cargo de directora del IVAM. Ante la denuncia formulada por la Generalitat Valenciana y los continuados ataques contra mi persona basados en información falseada es evidente que no cuento con el apoyo del Gobierno valenciano. Ante esta situación y para evitar más perjuicio al museo he decidido tomar esta decisión. La semana pasada se celebraron con éxito los treinta y cinco años del IVAM y quedó demostrado que la institución está en su mejor momento de los veinticinco últimos años. No parece casualidad que los malintencionados ataques contra mi persona coincidan con el momento de máxima visibilidad social del museo. El trabajo de recuperación con el que inicié mi dirección está encauzado, ahora son los equipos responsables y la ciudadanía quienes han de defender las instituciones, ante la fragilidad a la que son sometidas por los intereses político-mediáticos. En estos cuatro años, con la entrega y el entusiasmo de muchas personas hemos conseguido algunos objetivos nada desdeñables. Quiero dar las gracias a todos los que han colaborado con el IVAM y, muy especialmente, a mi equipo más cercano por su magnífica profesionalidad».

Enguita había defendido en un comunicado anterior la donación como un asunto estrictamente privado y como parte de una campaña de micromecenazgo de la citada fundación en la que habían participado más de 25 personas, entre las que se encontraban artistas como Juan Uslé, Carmen Calvo o Antoni Miralda: «Quiero aclarar que en junio de 2022 realicé una donación a la Todolí Citrus Fundació de la Comunitat Valenciana, una fundación sin ánimo de lucro de defensa del medio ambiente y sociocultural que incluye la investigación, divulgación y defensa del cultivo de cítricos tradicionales de la Comunidad Valenciana, bajo la tutela del Protectorado que ejerce la Generalitat».

Hasta su nombramiento al frente del IVAM, Enguita era directora de Bombas Gens Centre d’Art de Valencia. Además de comisaria de exposiciones y editora de la revista Concreta, entre 1991 y 1998 fue conservadora del IVAM, y entre 1998 y 2008, directora artística de la Fundació Antoni Tàpies de Barcelona. Ha sido comisaria en Manifesta 4 (Fráncfort, 2002), en el Encuentro Internacional de Medellín (2011) y en la 31 Bienal de São Paulo (2014). De 2000 a 2014 formó parte del equipo de dirección del Programa Arte y Pensamiento de la Universidad Internacional de Andalucía, y de 2007 a 2014 fue coeditora de la revista Afterall. Es licenciada en Historia y Teoría del Arte por la Universidad Autónoma de Madrid y ha impartido conferencias sobre teoría del arte y gestión artística en diferentes centros y universidades. También ha publicado numerosos textos en libros, catálogos y en revistas de arte contemporáneo.

Comunicado de Vicente Todolí

Me veo obligado a rectificar y puntualizar muchos de los datos y descripciones vertidas en los medios de comunicación como miembro del comité o jurado que se constituyó para la elección de la dirección artística del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) en 2020.

Respecto de los datos tergiversados:

1. La actual directora del IVAM, Nuria Enguita, no me donó a mi persona ni una ni dos parcelas de terreno ni nada semejante. La exacta y única realidad es que Nuria Enguita donó dos parcelas rústicas de secano, abandonadas en los confines de la Vall de Gallinera, en el norte montañoso de la provincia de Alicante, a la Fundación Todolí Citrus de la Comunitat Valenciana. Dicha donación ha supuesto una deducción estatal del 35% de lo donado y de otro 25% como deducción autonómica.

Es necesario advertir que dicha fundación no tiene ánimo de lucro y que, según atestiguan sus cuentas que son públicas y depositadas en el Protectorado de Fundaciones de la Comunidad Valenciana, ha sido y es deficitaria, y cuyo equilibrio financiero ha estado sufragado siempre por mi persona, a lo que he dedicado la práctica totalidad de mis ahorros en los últimos diez años. Consta, además, en los estatutos de la propia fundación que, en caso de extinción de la misma, todos sus bienes y derechos se destinarían a las fundaciones o entidades no lucrativas privadas que decida el Patronato y que persigan fines de interés general análogos a los que persigue la Fundación. Asimismo hay que resaltar que ni el presidente ni ningún miembro del Patronato puede recibir retribuciones ni puede prestar servicios remunerados como miembros del mismo.

2. Con aviesa intención se subraya constantemente en los artículos que mi figura fue decisiva, “clave” se escribe de modo expreso, como miembro del jurado que sancionó el concurso para la adjudicación de la dirección del IVAM, mediante una redacción plagada de epítetos y completamente subjetiva, cuando el jurado estuvo compuesto por siete miembros, que votaron por unanimidad la elección de Nuria Enguita como directora del IVAM. 

Dicho jurado estaba compuesto, entre otros, por Bernard Blistène, entonces director del Centro Pompidou de París –el museo de arte contemporáneo más importante de Francia y uno de los tres más prestigiosos del mundo–; Iwona Blazwick, en esos momentos directora de la británica Whitechapel Art Gallery de Londres, que tiene reconocido un gran prestigio internacional; así como por Manuel Borja-Villel, a la sazón director del Museo Reina Sofía de Madrid, el más grande y de mayor presupuesto de todo el país. En el momento de la constitución del jurado mi dedicación al arte consistía y todavía consiste en el asesoramiento artístico free-lance a entidades privadas, aunque algunas de ellas importantes, pero no ostentaba cargo alguno en ninguna administración o institución museística pública.

3. Se insinúa que, dado que se presentó una única candidatura, la designación de la nueva dirección para el IVAM debió suspenderse. Paradójicamente fui yo, y así debe constar en el acta de la sesión online que se llevó a cabo, quien propuso al jurado que se iniciase una segunda convocatoria o que se ampliase el plazo de presentación de candidaturas. Del mismo modo sugerí que se admitiese una segunda candidatura que se había rechazado por cuestiones formales. Ambas recomendaciones fueron desestimadas, aduciendo los representantes de la propia Administración que era necesario cumplir estrictamente las normas de la convocatoria, pues en caso contrario ya tenían la experiencia de sesiones recurridas y anuladas ante los tribunales, por haber sido alteradas las bases de estas durante el proceso de deliberación.

4. También se insinúa de manera insidiosa que, además de una causa-efecto entre la donación de parcelas y la elección de Nuria Enguita como directora del museo, pudo producirse una incompatibilidad por cuanto mi persona y Nuria Enguita somos conocidos desde hace tiempo, que incluso hemos colaborado en proyectos del propio IVAM hace décadas, así como en otros centros artísticos europeos. Una situación de amistad no cuantificable por el pensamiento subjetivo del redactor de la pieza periodística, pero absolutamente común y ordinaria en el mundo del arte, donde con recurrencia los expertos en museística contemporánea –una pequeña minoría de profesionales especializados– colaboramos en diferentes proyectos, y en donde también es frecuente que participemos en la selección de profesionales para centros de exhibición y conservación del arte. Sin ir más lejos, yo mismo debo haber participado en, al menos, dos equipos de selección de este tipo, tanto en España como en Europa durante los últimos meses. De hecho, la otra persona candidata para el IVAM que fue rechazada por la secretaría del jurado también era conocida por mí, había colaborado conmigo recientemente en algún proyecto artístico y la tenía en alta estima tanto profesional como personal.

Respecto de las descripciones y olvidos:

1. Es necesario desvelar que, mediante técnicas narrativas consistentes en crear dudas, fomentar insinuaciones y buscar la asociación de conceptos maniqueos, no se ha buscado aclarar la verdad de los hechos sino condenar a priori los mismos.

2. En ningún momento se han puesto en contacto conmigo para aclarar las circunstancias de la noticia ni tampoco con ningún responsable de la Fundación Todolí Citrus.

3. En lo escrito se reitera la confusión entre una persona física y una fundación sujeta al derecho público.

4. La Fundación Todolí Citrus, cuyos objetivos constituyentes fijados en sus estatutos oficiales no son otros que la preservación del medio ambiente así como el mantenimiento de la reserva de especies agrícolas, muchas de ellas casi extinguidas, y la lucha contra el abandono de tierras, una de las causas más comunes que coadyuvan a la propagación de incendios forestales, como el que hace apenas dos años devastó la zona de la Vall de Gallinera y de Ebo, y que afectó a las parcelas referidas y a todas las contiguas en donde la Fundación Todolí Citrus ha llevado a cabo una laboriosa tarea de reproducción agrícola a base de olivos y otras especies autóctonas. Por todo ello, además, la fundación ha sido reconocida por el Generalitat Valenciana como entidad de defensa medioambiental.

En Palmera, a 23 de febrero de 2024.

Comunicado de ADACE

Asociación de Directoras y Directores de Museos y Centro de Arte Contemporáneo de España

Con este comunicado, las directoras y los directores de instituciones dedicadas al Arte Contemporáneo en España queremos mostrar nuestra inquietud ante la campaña orquestada por los medios y los representantes del Gobierno de la Generalitat valenciana contra la directora del IVAM, Nuria Enguita, profesional con una amplia trayectoria marcada por la excelencia y el rigor.

Queremos pedir, por un lado, respeto hacia la labor que ha llevado a cabo y, sobre todo, clarificar que el jurado que la nombró fue íntegro, transparente y justo. Como es sabido, dentro del sector del arte contemporáneo, a mayor trayectoria y prestigio, más posibilidades hay de conocer a miembros en los jurados. De hecho, esta coincidencia solo acentúa la profesionalidad del candidato y, también, del jurado, pues denota actividad profesional. Por otro lado, se sobreentiende que todos los miembros del jurado desde el momento que aceptan ser parte del mismo parten de un compromiso de honor, apostando por la objetividad e integridad. Por todo ello, condenamos todo lo que está aconteciendo en los últimos días, al no tener ni justificación ni sentido. Exigimos no solo respeto sino una disculpa pública tanto a la directora como al jurado damnificado.

Asímismo, desde ADACE damos cuenta de la terrible deriva que está teniendo lugar en algunas comunidades autónomas, mediante campañas públicas de difamación, fundamentadas en el desconocimiento de los procesos, cuando no en ficciones, y, sobre todo, lo que se esconde tras ellas; destituir a profesionales para colocar a dedo a otros perfiles profesionales que ni tan siquiera pasan un concurso, o devolver las instituciones a oscurantismos anteriores, destrozando su labor cultural y ciudadana. Desde ADACE hacemos también un llamamiento a la sociedad civil y a los medios de comunicación que no se rigen por discursos de odio a trabajar para la protección de las instituciones.