Primera. El griego de Toledo

Toledo, Museo Santa Cruz. Marzo-junio 2014. Comisario: Fernando Marías

Aunque parezca sorprendente, nunca se ha realizado una exposición sobre el Greco (Candia, Creta 1541-Toledo 1614) en Toledo. En 1902 se celebró la primera muestra sobre el artista en el Museo del Prado, desde entonces la figura del pintor se ha dado a conocer a través de exposiciones en el mundo entero pero nunca en su ciudad.

Esta exposición se exhibirá en el Museo de Santa Cruz, ampliándose en diferentes espacios de la ciudad, los llamados ‘Espacios Greco’, para recuperar los lugares para los que trabajó: la Sacristía de la Catedral de Toledo, la Capilla de San José, el Convento de Santo Domingo el Antiguo, la Iglesia de Santo Tomé y el Hospital Tavera. Estos espacios conservan los lienzos originales, lo que ofrecerá a la exposición un carácter único e irrepetible fuera de Toledo.

El griego de Toledo se alejará de modelos expositivos que siguen un itinerario biográfico o un orden cronológico. En esta ocasión se presentará una figura más compleja y más próxima al contexto original, artístico, laboral e intelectual del Griego de Toledo, como fue denominado en su tiempo. Por lo tanto, esta exposición presentará al cretense en su ambiente toledano como protagonista de una actividad artística y cultural de carácter trasnacional y plural, buscando siempre la explicación del candiota en el contexto de su memoria y de las actividades de los artistas que trabajaron en Toledo o en Madrid para Felipe II y Felipe III.

Esta exposición partirá de la actividad del Greco antes de llegar a España, de Candía y Venecia a Roma, con la mirada puesta en su primera formación como maestro pintor en Creta y su paulatina apropiación de los modos occidentales italianos, a la sombra de Tiziano, Tintoretto, Giorgio Giulio Clovio, Miguel Ángel y otros artistas italianos de lienzos o estampas. Pondrá también un importante énfasis en su labor como retratista, la única con la que obtuvo fama y el reconocimiento de sus clientes contemporáneos, incluso a pesar de su contraste con el tipo de retrato vigente en la España de Felipe II.

Se presentará al Greco como pintor de imágenes devocionales en España, vinculándose esta actividad con sus estrategias comerciales y su tendencia a la réplica seriada de sus composiciones, así como a la difusión final de las mismas a través de la estampa, medio que le permitía ampliar su oferta y diversificar sus clientes.

Además, en España desarrolló sus capacidades escenográficas evolucionando como artista, de pintor a inventor y pintor de retablos complejos y pluridisciplinares en los que diseñaba su arquitectura y sus esculturas, lo cual le exigió un nuevo aprendizaje, transformándolo en un artista plural.

Segunda. El Greco y la Pintura Moderna

Madrid. Museo del Prado. Junio-octubre de 2014. Comisario: Javier Barón

Esta exposición mostrará la importancia que el redescubrimiento de su figura tuvo para el desarrollo de la pintura de los siglos XIX y XX. Una selección de pinturas del maestro cretense, entre las que la mitad son propiedad del Museo del Prado, relacionadas con pinturas de los siglos XIX y XX, pondrá de manifiesto la complejidad y riqueza de estos vínculos.

El objetivo es mostrar la relevante influencia de la obra del Greco en el origen de la pintura más radicalmente moderna, comenzando por Édouard Manet y Paul Cézanne. Especial importancia tiene el análisis de la influencia sobre Picasso y el origen del cubismo, así como la decisiva inspiración que la obra del cretense supuso para los diferentes movimientos expresionistas que a lo largo del siglo XX se desarrollaron en Europa y América. 

Tercera. El Greco: Arte y Oficio

Toledo, Museo de Santa Cruz. Septiembre-diciembre 2014. Comisaria: Leticia Ruiz

La irrupción del Greco en la pintura española del último tercio del siglo XVI supuso la introducción de una manera de pintar innovadora, tanto en el modo pictórico como en la forma de resolver las composiciones de carácter religioso a las que hubo de enfrentarse. El Greco, a su vez, tuvo que adaptarse a los usos artísticos y comerciales de la España de ese momento, fundamentalmente en Toledo, ámbito que acabaría por establecerse de manera definitiva a partir de la década de los ochenta.

Desde sus primeros encargos en la ciudad, el Greco tuvo que contar con un grupo de artesanos y ayudantes que le permitieron hacerse cargo de la realización de retablos, pero también de trabajos menores destinados a una variada clientela donde se alternaba la producción para parroquias, conventos y numerosos particulares. La apertura de un taller estable en la propia casa del pintor obligó a una dinámica de creación pictórica compleja, en la que el Greco se ocupó de realizar de manera autógrafa las obras más importantes, así como los prototipos de sus composiciones más requeridas, interviniendo luego en la elaboración de réplicas, variantes y copias, con la participación en diferentes grados del taller.

Reflexionar y mostrar esa compleja escala productiva, abarcando a través de obras señeras toda la producción del Greco en España, es el propósito esencial de esta exposición.  

Cuarta. Toledo Contemporánea

Toledo. 2014. Comisaria: Elena Ochoa Foster

Como parte de este proyecto en fase de elaboración se realizará una exposición sobre la imagen de Toledo. Con la participación de destacados artistas de la fotografía contemporánea, el objetivo es renovar y documentar la imagen de Toledo del siglo XXI.