En 1962 abría sus puertas el Cine Palafox en las inmediaciones de la madrileña glorieta de Bilbao con la cinta italiana Barrabás como primer estreno.

Originalmente con 1.322 localidades a su disposición, en verano de 1995 una reforma de 150 millones de pesetas para la adaptación a los nuevos formatos de las multisalas redujo su capacidad a las 856 butacas actuales, permitiendo la apertura de dos nuevos espacios de proyección para 250 espectadores.

Tras 55 años de actividad, el Palafox se despide de su público, como anunció hace unos días a los espectadores de una de sus proyecciones. Además de las habituales sesiones comerciales, la sala proyecta a menudo espectáculos de ópera y ballet, además de ser sede de eventos como el Festival de Cine Alemán de Madrid y Nocturna, festival internacional de cine fantástico.

La segunda sala cinematográfica más grande de Madrid, superada únicamente por el Cine Capitol de Callao, ha vendido su espacio a la empresa de explotación cinematográfica Yelmo Cines, según ha confirmado a EFE Juan Ramón Gómez, director de la empresa que explotaba el espacio desde su inauguración. Las hipótesis apuntan a que las instalaciones reabrirán nuevamente como sala de cine tras la realización de obras.

La productora cinematográfica Sunset Cinema, colaboradora habitual del Palafox, ha elaborado un programa especial para despedir al emblemático cine madrileño con un ciclo que tendrá lugar del 20 al 27 de febrero con la proyección de clásicos como Cantando bajo la lluvia, Con faldas y a lo loco, Belle Époque, 2001: Una odisea del espacio, Memorias de África, El padrino, Lawrence de Arabia, Pulp Fiction, E.T., el extraterrestre, En busca del arca perdida, Blade Runner, La princesa prometida, Cinema Paradiso y Casablanca.