Concluidos sus estudios universitarios Julien accede como profesor de Lengua a una escuela. Es su primer trabajo como docente. Joven y decidido, intenta crear un vínculo más distendido con los alumnos tomando a algunos bajo su protección, incluida la tímida Leslie. Los trata con naturalidad. Sale con ellos por la ciudad, los invita a comer, trata de conocerlos más allá del aula… Esta relación es mal percibida por algunos compañeros de la clase que atribuyen otras intenciones al docente, incluida la propia Leslie, una adolescente que públicamente le acusa de acoso. Entre la actitud de un agresivo hermano de la supuesta víctima y las dudas e incomprensión de algunos de los docentes del centro, el rumor se extiende. El maestro y su alumna se encuentran atrapados en una espiral en un ambiente cada vez más crispado y fuera de control.
François Civil interpreta al profesor que debe hacer frente a la acusación, le acompañan en el reparto Shaïn Boumedine, Mallory Wanecque y la debutante Toscane Duquesne. El realizador y guionista Teddy Lussi-Modeste estudió Literatura antes de formarse en el departamento de guion de La Fémis. Ha dirigido dos largometrajes: Jimmy Rivière, que obtuvo el Premio del Público en el Premiers Plans de Angers, y Le Prix du Succès, seleccionado y muy bien acogido en los festivales de San Sebastián y Toronto.
Coguionista de los films Une fille facile de Rebecca Zlotowski y Jeanne du Barry, dirigido por Maïwenn, Lussi-Modeste compagina su labor como cineasta con la de profesor en los suburbios de París. Esta función es la raíz inspiradora de su tercera película, coescrita con Audrey Diwan, la directora ganadora del León de Oro en Venecia con la impactante El acontecimiento.
«La película se inscribe en el movimiento de liberación de la palabra del profesorado», explica el director. «Hay que recordar el impacto de aquellas imágenes de 2018 en las que se ve a un alumno apuntando con un arma falsa a una profesora sentada frente a su ordenador. Fue entonces cuando el hashtag #PasDeVagues (sin generar conflictos) reapareció en las redes sociales. El sufrimiento había sido excesivo durante años. Los profesores necesitaban denunciar la violencia que sufrían a diario y el silencio de su jerarquía ante ese dolor. Al leer la prensa, se percibe claramente que los docentes están poco o mal protegidos por una institución que, paradójicamente, ha construido con los años su propia fragilidad. Hoy los profesores hablan, y es importante escucharlos.
«Viví lo que vive Julien –recuerda Lussi-Modeste–. De pronto te encuentras al borde del abismo, solo y sin entender nada. Lo peor fue el sentimiento de culpa por algo de lo que no eres en absoluto culpable. Le das mil vueltas a la cabeza buscando una explicación y acabas dudando de ti mismo preguntándote si, de algún modo, has provocado la situación».
La acusación es una interesante película que bascula en torno a la compleja balanza que enfrenta la presunción de inocencia con el incuestionable derecho de las víctimas a denunciar y que sean debidamente castigadas aquellas situaciones reales de abuso, tantas veces silenciadas. Un filme que entronca con grandes propuestas como La calumnia, de William Wyler; Hoy empieza todo, de Bertrand Tavernier; La duda, firmada por John Patrick Shanley, o la inolvidable La caza, de Thomas Vinterberg.
La acusación
Dirección: Teddy Lussi-Modeste
Guion: T. Lussi-Modeste, Audrey Diwan
Intérpretes: François Civil, Shaïn Boumedine, Mallory Wanecque, Toscane Duquesne, Arminod Alves y Bakary Kebe
Fotografía: Hichame Alaouié
Música: Jean-Benoît Dunckel
Francia, Bélgica / 2024 / 91 minutos
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