Languidece el siglo XIX en algún lugar de la periferia del imperio ruso. La acción nos sitúa en un centro de reposo al que acuden personas que precisan descanso físico y mental. Allí, en el intento de abusar de una atractiva joven, el hasta entonces respetado médico jefe le administra por error una sobredosis letal. Descubierto, juzgado y condenado a muerte, en el último instante ve conmutada su pena y trasladado a un apartado lugar de Siberia en donde intenta rehacer su vida.

Y lo logra. Encuentra trabajo, persuade a quienes en principio deberían controlarlo y sintiéndose libre y respaldado en sus investigaciones inicia una serie de experimentos con éter encaminados a controlar el dolor y, en una espiral sin fronteras, manipular las conductas humanas. En sus manos, la supuesta ciencia deviene en pura crueldad.

Muy bien contado y apoyado en imágenes que mezclan arte e impacto, hasta ahí el relato que no deja impasible al espectador al que, inevitablemente, le salen al paso no pocas cuestiones de difícil respuesta sobre los límites de la investigación, sobre la ética y los procesos a través de los que el conocimiento avanza o parece avanzar y, en definitiva, sobre cómo y en qué punto ubicar la frontera entre ciencia y humanismo a la hora de experimentar.

Zanussi se sirve de una especie de metáfora muy lograda para mostrar la ciega soberbia de quien todos conocen como “el doctor”, –un ser del que en ningún momento conocemos su verdadero nombre–, alguien que en nombre del progreso juega a potenciar los instintos más salvajes sin tener en cuenta que el ser humano es algo más que pura materia.

Nadie es más esclavo que el que se tiene por libre sin serlo”, preconizaba Goethe por boca de Fausto. Es un claro ejemplo de esta perspectiva el protagonista de ETER, sólidamente interpretado por el actor Jacek Poniedzialek, que logra en cada escena transmitir el espíritu amoral y perverso que su personaje esconde.  

Una vez más, el multipremiado director, guionista y productor Krzysztof Zanussi deja sobre la pantalla interrogantes, dudas y planteamientos para la reflexión. En ETER mezcla inquietantes cuestiones que tienen directamente que ver con su sólida formación, cineasta, pero también físico y filósofo. El espectador se remueve en su butaca: el objetivo está logrado.

ETER

Dirección y guion: Krzysztof Zanussi

Intérpretes: Jacek Poniedzialek, Andrzej Chyra, Zsolt Laszlo, Ostap Vakulyuk, María Ryaboshapka, Stanislav Kolokolnikov

Dirección de Fotografía: Piotr Niemyjski

Polonia, Ucrania, Lituania, Hungría, Italia / 2018 / 118 minutos

Distribuidora: Bosco Films