Scahill desvela la trama más importante de la política exterior estadounidense de nuestra época, que ha hecho que cualquier parte del mundo pueda convertirse en campo de batalla. El autor informa desde los diversos frentes que abarca su trascendente investigación (ya sea desde Afganistán, Yemen, Somalia u otros escenarios) y sondea las profundidades de la maquinaria estadounidense de ‘asesinato global’. Indaga, en resumen, sobre unas guerras que se libran en la sombra, fuera del alcance de la prensa, sin supervisión efectiva del Congreso ni posibilidad de debate público al respecto.

Soldados de élite

Guerras sucias desvela la existencia de unos soldados de élite que son reclutados entre las filas de los SEAL de la Armada, la Fuerza Delta, la antigua Blackwater (y otras empresas de seguridad privada), la División de Actividades Especiales de la CIA y el Mando Conjunto de Operaciones Especiales (JSOC) y que operan en más de un centenar de países.

Las fuerzas de operaciones especiales están financiadas a través de “presupuestos reservados” y llevan a cabo misiones en zonas “no reconocidas”, practican asesinatos selectivos, raptan a personas, y lanzan ataques con drones, aviones AC-130 y misiles de crucero. Y aunque fue la administración Bush la que desplegó estas milicias fantasma, el presidente Barack Obama ha expandido sus operaciones, dotándolas de mayor alcance.

Filmado en Yemen, Somalia, Afganistán y en Estados Unidos entre 2010 y 2012, el experimentado documentalista Rick Rowley dirige un docuthriller asombroso y contundente a medio camino entre Michael Moore y la trilogía de Bourne que logra desdibujar los límites del documental y el cine de acción.