En su tercer largometraje, tras Instinto y Muerte, muerte, muerte, la guionista y realizadora holandesa Halina Reijn abre cámara para dejarnos ante una cinta que ofrece varias lecturas. Es válida aquella que analiza la vulnerabilidad, la des-vergüenza y el deseo de independencia de una mujer. También lo es la que defiende el derecho a derribar tabúes y hacer realidad cualquier tipo de fantasía sexual. La que plantea el sexo como ventana abierta a lo desconocido. No lo es menos la que ahonda en las crisis existenciales ligadas a los deseos insatisfechos. La que pone foco en el peligro de las pasiones incontrolables y, por supuesto, la visión que defiende que el territorio del cuerpo y la mente pertenecen a cada cual para hacer con ello lo que decida, incluso aquello inexplicable para el resto de los humanos.

Babygirl nos acerca al tórrido trayecto de Romy (Kidman), una alta ejecutiva que vive su éxito al frente de una importante empresa. Su vida familiar está sólida, felizmente asentada, en su matrimonio con Jacob (Antonio Banderas), un hombre tranquilo que la quiere y la desea.

Pero todo comienza a tomar otro rumbo cuando desembarca en su lugar de trabajo Samuel (Harri Dickinson), un becario al que ella le lleva más de veinte años. Un joven desafiante con el que, a espaldas de su marido, inicia una irrefrenable aventura de sexo extremo.

Desde ese momento su vida da un vuelco al pasar de ser quien da las órdenes a disfrutar (¿disfrutar?) siendo sometida hasta la humillación. Esa incontrolada pasión, ese vuelco en la jerarquía del poder, le lleva a atisbar horizontes contrapuestos.

Además de su triunfo en Venecia, Kidman ha sido nominada a los Globos de Oro como actriz dramática. Su interpretación llama a la puerta de las estatuillas en el que sería su segundo Óscar. «Como actriz busco caminos donde no he estado. Adentrarme en nuevos territorios. Eso es lo que hemos hecho en Babygirl. Explorar sobre nuestras vidas y sobre la existencia humana».

El reparto, muy creíble en lo carnal, se completa con la interpretación de Harris Dickinson, actor que crece en cada nueva entrega, y Sophie Wilde, que ya sorprendió con su sólida actuación en Háblame.

Intensa y arriesgada, como no podía ser de otra manera ante el tema en cuestión, y más allá del triángulo amoroso que presenta, al abrir plano sobre perspectivas muy diferentes, Babygirl da que pensar y eso es siempre de agradecer cuando hablamos de cine.

Babygirl

Dirección y guion: Halina Reijn

Intérpretes: Nicole Kidman, Harris Dickinson, Antonio Banderas, Sophie Wilde y Esther McGregor

Fotografía: Jasper Wolf

Música: Cristobal Tapia de Veer

Producción: 2AM, Man Up Film, A24

Estados Unidos, Países Bajos / 2024 / 114 minutos

Diamond Films