«Lo que el sonido es en la música, o el color en la pintura, o el hierro y la forja, o la cantera y el bloque de mármol en la escultura, eso es el tiempo en el cine». Estas palabras de Trías fueron recordadas durante la presentación de De cine. Aventuras y extravíos en un acto, celebrado en la biblioteca que lleva su nombre en el Parque del Retiro de Madrid, que contó con la participación de Gonzalo Suárez, Ángel Gabilondo, el editor Joan Tarrida y la presencia de Elena Rojas, viuda del escritor.

Indispensables

Como el propio Trías nos advierte, no están todos los realizadores decisivos de la historia, pero los que figuran son indispensables para comprender el cine como manifestación artística. En ese sentido, en la solapa de esta edición escribió: “Este libro versa sobre grandes realizadores de cine. Es obviamente una selección o, si se quiere, un canon personal. El factor subjetivo no puede substraerse a esta antología. Quizás el lector lamente muchas ausencias. Mi intención, sin embargo, es ceñirme a aquellos que mejor corresponden a mi mundo personal. Deseo y espero que el lector goce de lo que hay, sin deplorar lo que no hay”.

Por las páginas de esta lúcida visión desfilan realizadores clave y lo que su capacidad creadora nos ha dejado. Ahí están Fritz Lang, Stanley Kubrick, Alfred Hitchcock, Igmar Bergman, Andréi Tarkovski, Francis Ford Coppola, Orson Welles…

De la mano de Trías, las obras maestras del cine nos muestran sus engranajes ocultos, adquieren nuevos significados y se sitúan en el contexto creativo de sus autores. Al mismo tiempo, las grandes películas nos aportan las claves de cuestiones como realidad y ficción, sueño y vigilia, lo bello y lo siniestro, el bien y el mal.

Descubrir

Como señaló Joan Tarrida durante la presentación, “al leer a Eugenio Trías vemos más de lo que habíamos visto. Descubrimos cosas que no habíamos captado cuando vimos estas películas”.

Coincidió en esa apreciación el cineasta Gonzalo Suárez, que insistió en el carácter ontológico de las películas seleccionadas por Trías, remarcando también la visión del tiempo y su relación con el cine: “Detener el tiempo ha sido desde siempre la gran aspiración del hombre. Detener el instante. El cine es una serie de instantes congelados; fijos. El movimiento es una ilusión”.

Por su parte, Ángel Gabilondo glosó la figura del filósofo y del amigo. “Nuestro modo de apreciarlo es leer y estudiar sus libros”, señaló antes de afirmar que “como Trías decía, el siglo XX es el siglo del cine. Un arte que condensa todas las artes y nos permite, además, soñar lo que no hemos podido soñar; vivir lo que no hemos podido vivir”.

“Gracias a este libro y a su autor comprobamos que las películas no se ven; se leen”, concluyó.

Elena Rojas, viuda del escritor, comentó que entre los papeles que dejó Trías figura un proyecto sobre el siguiente libro de cine, en el que se recogía la obra de directores como Frank Capra, Billy Wilder, Joseph L. Mankiewicz, Luis Buñuel, Jean Renoir, Miquelangelo Antonioni y los japoneses Kenji Mizoguchi y Yasujiro Ozu.

Las 10 constelaciones de la historia

En el epílogo de De cine, escrito en agosto de 2012, meses antes de su fallecimiento, Trías propone “el canon que en este momento oso fijar. Estableceré diez constelaciones y, dentro de cada una de ellas, una película predominante”. Estas son sus, valiente y personalmente, 10 elegidas:

  • La primera constelación estaría encabezada, “sin duda”, refuerza Trías, por Vértigo (Alfred Hitchcock), “la más compleja y la más hermosa de todas. Un poema trágico de imagen y sonido: una sinfonía visual”.
  • La segunda nos lleva a un escenario bélico: una película itinerante en lancha motora, remontando un río en dirección al mismísimo corazón de las tinieblas: Apocalipse Now, de Francis Ford Coppola.
  • La tercera constelación nos conduciría a Gotland (Suecia), en la isla donde Igmar Bergman vivió su romance con Liv Ullmann, protagonista, junto con Bibi Ardenson, de la tercera película de mi canon: Persona.
  • La cuarta constelación puede gozar de consenso, pues Stanley Kubrick tiene muchos seguidores. “Pero dudo que muchos me sigan en la que elijo, plenamente convencido de mi descisión: Eyes wide shut. Memorable paseo por la noche neoyorkina”.
  • La quinta nos traslada a suelo ruso, con Andrei Tarkovski, “de cuyas siete grandísimas películas destacaría por su extravagante belleza Nostalgia”.
  • Las sexta constelación retrocede al cine mudo y se postra ante Metrópolis, de Fritz Lang y su esposa Thea vor Harbou.
  • La séptima constelación nos trasladaría a Japón y a la trinidad de Kenji Mizoguchi (Cuentos de la luna pálida), Yasujiro Ozu (El sabor del sake) y Akira Kurosawa (Ran).
  • Italia es el eje de la octava constelación, en donde reina Roberto Rosellini y su Alemania año cero. “Trágico suicidio de un niño después de la destrucción de un mundo”, añade el autor.
  • La novena constelación es española. “Destacaría El ángel exterminador, del período mexicano de Luis Buñuel”.
  • La última sería propiedad de David Lynch, de quien es elegida Mulholland Drive.
  • “He dejado fuera del canon a Orson Welles, apostilla Eugenio Trías. Todo lo suyo es bueno y no sabría destacar ni tan siquiera ese monarca fílmico destronada que es Ciudadano Kane”.

 

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De cine. Aventuras y extravíos
Eugenio Trías
Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores
480 páginas
20,95 euros