Como refiere su acta: “A lo largo de cinco décadas, Meryl Streep ha desarrollado una carrera brillante, encadenando interpretaciones en las que da vida a personajes femeninos ricos y complejos, que invitan a la reflexión y a la formación del espíritu crítico del espectador”, destacando, además,  “la honestidad y responsabilidad en la elección de sus trabajos, al servicio de narrativas inspiradoras y ejemplarizantes y que la ética y la coherencia trasciendan a través de su trabajo con la virtud de subrayar, como activista incansable a favor de la igualdad, que los seres humanos deben latir y destacar a partir de su singularidad y su diferencia”.

Graduada en Bellas Artes por la Universidad de Yale, Streep debutó muy joven en los escenarios de Broadway para iniciar en 1977 su deslumbrante carrera cinematográfica con un breve papel en Julia. Desde entonces fue fraguándose su leyenda como la actriz que atesora 21 nominaciones a los Óscar -la primera por su actuación en El cazador-, una estatuilla que ha ganado en tres ocasiones, como mejor secundaria por Kramer contra Kramer y como protagonista en La decisión de Sophie y La dama de hierro. Además, entre otros reconocimientos, cuenta con tres Emmy, dos Bafta, el Donostia del Festival de San Sebastián y el de mejor actriz en Cannes por Un grito en la oscuridad.

Forman parte de su historia y de la historia de la interpretación sus papeles como protagonista en La mujer del teniente francés, Silkwood, Memorias de África, Los puentes de Madison, La habitación de Marvin, Las horas o La duda.

Además ha sido miembro del consejo asesor de la organización Equality Now y en el año 2018 participó en el documental This Changes Everything sobre la discriminación de género en el mundo del cine, con una referencia muy especial al ámbito de Hollywood.

El que ahora se concede es el segundo galardón de la historia de los premios Princesa de Asturias de las Artes plenamente otorgado al ámbito de la interpretación, tras el de Vittorio Gassman en 1977, pues los logrados por Fernando Fernán Gómez (1995) y Woody Allen (2002) reconocían también su papel como guionistas y escritores.

Meryl Streep viene a engrosar un glorioso listado en el campo artístico de los Premios, en el que figuran en anteriores ediciones, además de los mencionados, personalidades como Ennio Morricone, Marina Abramovic, John Williams, Peter Brook, Martin Scorsesse, Francis Ford Coppola, Paco de Lucía, Michael Haneke, Bod Dylan o Norman Foster.

Jurado

Los Premios Princesa de Asturias están destinados, según los Estatutos de la Fundación Princesa de Asturias, a galardonar «la labor científica, técnica, cultural, social y humanitaria realizada por personas, instituciones, grupos de personas o de instituciones en el ámbito internacional». Conforme a estos principios, el Premio de las Artes se concede a «la labor de creación, cultivo y perfeccionamiento de la cinematografía, el teatro, la danza, la música, la fotografía, la pintura, la escultura, la arquitectura y otras manifestaciones artísticas».

El jurado de este galardón ha estado presidido por Miguel Zugaza e integrado por Claude Bussac, María de Corral, Josep Maria Flotats, Dionisio González Romero, Cayetana Guillén Cuervo, Sergio Gutiérrez Sánchez, Maribel López Zambrana, Antonio Lucas, Joan Matabosch, Helena Pimenta, Sandra Rotondo, Martha Thorne, Rosa Torres-Pardo, Patricia Urquiola, Carlos Urroz, Tadanori Yamaguchi y Aarón Zapico (secretario del jurado). La candidatura de Streep fue propuesta por Pedro Almodóvar, Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2006.

Este ha sido el primero de los ocho Premios Princesa de Asturias que se conceden este año. En los próximos días se fallarán los correspondientes a Comunicación y Humanidades, Ciencias Sociales, Deportes, Letras, Cooperación Internacional, Investigación Científica y Técnica y Concordia. Cada galardón está dotado con una escultura de Joan Miró, un diploma acreditativo, una insignia y cincuenta mil euros.