Reynolds se encontraba en casa de su hijo, Todd Fisher, organizando el funeral de su hija Carrie, famosa por interpretar a la Princesa Leia en la saga de Star Wars, cuando comenzó a sentirse mal y fue hospitalizada de urgencias en el Cedars-Sinai de Los Ángeles con síntomas de una posible embolia. Horas más tarde murió en el centro médico.

Aunque dio sus primeros pasos en la gran pantalla con Novia de Junio y The daughter of Rosie O’Grady, Reynolds empezó a despuntar en 1950 con el musical Tres palabritas, con el que conseguiría una nominación al Globo de Oro. Sin embargo, su mayor éxito le llegaría en 1952 cuando protagonizó la célebre Cantando bajo la lluvia junto a Gene Kelly y Donald O’Connor. Con tan solo 19 años, su falta de habilidad para el claqué, la oposición inicial de Kelly y un rodaje agotador, Reynolds salió victoriosa y convertida en una leyenda del cine.

A partir de su gran éxito no faltaron los papeles para Reynolds, que seguiría demostrando sus habilidades musicales en títulos como Tres chicas con suerte, Athena, El solterón y el amor, Los líos de Susana, Tammy, la muchacha salvaje y Molly Brown siempre a flote, por la que recibió una nominación al Óscar como mejor actriz.

Cine, televisión, negocios y labores humanitarias

En sus más de seis décadas de carrera Reynolds participó en innumerables producciones, especialmente en las fecundas décadas de los cincuenta y sesenta, como Empezó con un beso, Perdidos en la gran ciudad, Sola ante el peligro y ¿Qué le pasa a Helen?.

A finales de los sesenta tuvo su propia serie de televisión, creada a medida para ella, The Debbie Reynolds Show, y a partir de ahí la vimos en series como Aloha Paradise, Vacaciones en el mar y Will & Grace, por la que fue nominada a un Emmy. Además, Reynolds participó en las cuatro entregas de la saga de telefilmes juveniles Halloweentown dando vida a la bruja Aggie Cromwell.

A partir de la década de los noventa vimos a Reynolds especialmente en papeles de reparto en comedias como Las manías de mamá, In & out y Miedo y asco en Las Vegas, además de protagonizar Esas chicas fabulosas, escrita por su hija, Carrie Fisher, con un reparto completado por Shirley MacLaine, Joan Collins y Elizabeth Taylor.

En 2013 la vimos en uno de sus últimos papeles, junto a Michael Douglas y Matt Damon en la película para televisión Detrás del candelabro, dirigida por Steven Soderbergh.

La Academia de Cine estadounidense le concedió en 2015 el galardón humanitario Jean Hersholt por su labor de ayuda en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos mentales a través de la fundación Thalians.

Además de su carrera como actriz, Reynolds emprendió carrera en el mundo de los negocios fundando una escuela de baile, construyendo un casino en Las Vegas y como conservadora de una de las mayores colecciones de vestuario de toda la industria cinematográfica de Hollywood. En 2013 publicó sus memorias bajo el título Unsinkable: A memoir. El año próximo HBO emitirá el documental Bright lights, protagonizado junto a su hija, Carrie Fisher, en el que muestran su relación, sus acercamientos y distanciamientos, y su legado cinematográfico.