Drama psicológico de profundas miras, Todo saldrá bien nos instala en la vida del escritor Tomas Eldan (James Franco) el fatídico día en que en una carretera helada de un recóndito lugar atropella un trineo en el que juegan unos niños. Uno de ellos morirá.

Ese accidente le marcará la vida. Doce años después Tomas sigue, sin serlo, sintiéndose culpable e incapaz de olvidar la tragedia.

Vuelve una y otra vez sobre los hechos y sobre las personas a las que aquel episodio marcó. Entre ellas Kate (Charlotte Gainsbourg), la madre de los niños, y Sara (Rachel McAdams), su novia en el momento en el que sobrevino el desastre.

Contador de historias

Echábamos de menos a Wenders en su faceta de contador de historias de ficción. Alguien que filmó para la historia del cine París, Texas, ¡Tan lejos, tan cerca! o Alicia en las ciudades, además de otras dos docenas de películas en las que, de una u otra forma, queda clara la mano de un creador, un creador de verdad, detrás de la cámara.

Alguien así suscita expectación cuando se comunica el estreno de otra de sus propuestas y aquí está Todo saldrá bien, que en honor a la verdad cabría retitular como Todo saldrá más o menos bien o, por simplificar lo que los protagonistas viven en el seno del episodio, «que cada cual salga de esto como pueda».

3D

Wenders justifica el rodaje en 3D, técnica con la que el director había realizado su primera incursión en el documental Pina, «porque gran parte de esta historia se desarrolla dentro de los propios personajes. Con el 3D tengo un espacio diferente y cierta profundidad, pero además algo nuevo que no había visto antes: la mera presencia. La posibilidad de escudriñar en los rostros y en los sentimientos».

En muchas secuencias ese deseo de ahondar más allá del contorno material de las cosas se logra mediante la agudización de la perspectiva que la técnica aporta. En otras no aporta nada significativo.

Apoyándose en el discurrir de las estaciones a lo largo de los doce años que concretan el relato y en una luz fría que añade desasosiego a lo que vemos, Todo saldrá bien transpira dolor.

Charlotte Gainsbourg y Rachel McAdams dan el punto de desvalimiento que sus personajes requieren, sufrimos con ellas y con ellas intentamos reinsertarnos en el mundo. Y como protagonista, James Franco vuelve a mostrarse tan inexpresivo como en otras actuaciones (Come, reza, ama, 127 horas y The interview), aunque en esta ocasión ese rostro sin mímica acaba por beneficiar al conjunto. Otro actor con más gesto acaso pudiera llegar a cansar, a empalagar al espectador.

A destacar la banda sonora de Alexandre Desplat, premiado con un Óscar por su trabajo en El Gran Hotel Budapest. Desplat dirigió personalmente la grabación de su composición con la Orquesta Sinfónica de Goteburgo, lo que engrosa el interesante producto final. Buen regreso de Wenders al terreno de las ficciones que nos inquietan.

Todo saldra bienTodo saldrá bien
Dirección: Win Wenders
Guión: Bjørn Olaf Johannessen
Intérpretes: James Franco, Charlotte Gainsbourg, Rachel McAdams, Marie-Josée Croze, Robert Naylor, Patrick Bauchau, Peter Stormare
Fotografía: Benoît Debie
Música: Alexandre Desplat
Alemania-Canadá-Noruega / 2015 / 118 minutos