Llenas no es una ilustradora corriente. A pesar de que ha estado ligada siempre al dibujo, se dedicó profesionalmente al mundo de la publicidad, donde era diseñadora y directora de arte, «hasta que un buen día me decidí a diseñar una colección de objetos ilustrados sin saber cómo iba a sacarla a la luz, pero coincidí con una persona que lo vio factible y la pudimos llevar a cabo», afirma la artista. Durante casi dos años compaginó esta actividad con su trabajo, que dejó para realizar un posgrado en ilustración. «Justo al terminarlo tuve la oferta para ilustrar mi primer libro, La ratoncita en el circo. Ahí empecé en el mundo de la editorial», recuerda.

Como ella misma define, tiene un estilo muy personal, «podría decir que es bastante espontáneo, de gesto, fresco y expresivo. Me gusta que exprese, que transmita algo, que llegue». Un estilo que se ha formado desde que era muy pequeña cuando visitaba los museos con su padre y miraba cuadros de Piccaso y Miró. En su adolescencia le fascinaron artistas como Klimt y sus colores, Matisse y sus collages, y movimientos artísticos como el fauvismo. Años después se fijó en el intimismo de la obra de Frida Khalo y en el arte conceptual. «Más que ilustradores específicos, estos artistas son los que más han marcado mi estilo», asegura.

«La ilustración se ha actualizado, se ha renovado, y esto hace que haya más demanda»

La artista se mueve en muchos ámbitos, ilustra libros infantiles, para adultos y multitud de objetos. Asegura que son campos en los que se siente muy cómoda: «el hecho de ir alternándolos estimula mucho la creatividad. Me gustaría tener mucho más tiempo y que el día tuviera más horas para poder realizar todo lo que me gusta».

En este último año se ha dedicado más a la ilustración de libros para pequeños y para adultos. Un sector, el del libro ilustrado, que parece que empieza a tener una buena acogida en el público. «En Francia quizás un poco más. Aquí, en España, la gente asocia mucho el libro ilustrado a infantil, y para adultos quizás se identifica demasiado con el cómic, pero sí es verdad que hay un ‘boom’ de ilustradores y más oferta de academias. La ilustración se ha actualizado, se ha renovado, se ha hecho más visible y esto hace que haya más demanda, aún así el mercado de libro ilustrado para adultos está aún por desarrollar y ojalá madure porque la imagen nos transmite tanto a pequeños como a adultos».

Anna Llenas vive desde hace un año uno de los momentos más dulces de su carrera. A finales de 2012 publicó El monstruo de colores, un libro ilustrado protagonizado por un monstruo verde que se había hecho un lío con las emociones. El boca a boca y el reconocimiento de maestros y terapeutas hicieron que esta publicación tuviera una gran acogida por el público, un éxito que la artista no esperaba.

Estas mismas emociones, alegría, tristeza, rabia, miedo y calma son las mismas que ahora tienen que descubrir los adultos en el nuevo libro de Llenas, Diario de las emociones. No las ha inventado la ilustradora sino que ya las estudió el psicólogo estadounidense Paul Ekman, que distinguió seis, «he descartado el asco y la sorpresa y he añadido la calma. Son las emociones del día a día que más trabajamos», explica la artista.

«Para sacar el máximo partido a ‘Diario de las emociones’ cada persona tiene que utilizarlo como le venga en gana»

Diario de las emociones ofrece al público ejercicios prácticos que le ayudarán a conectar con sus sentimientos a través de la imaginación. No se trata de saber dibujar, sino de sentir y expresar los distintos estados de ánimo por los que se puede pasar a lo largo del día, ya que, según dice la autora, «el arte, la creatividad, el coger un pincel o un lápiz y garabatear o hacer bocetos sin la finalidad de que quede bien, por el simple hecho de gozar, de divertirte… esto hace que desconectes bastante y te vayas más a las emociones».

Con este libro de arteterapia lo importante es dar rienda suelta a la imaginación para llegar al fondo de lo que ocurre con las emociones, para así expresarlo de una forma única y personal. La forma de realizarlo es libre y «para sacar el máximo partido cada persona tiene que utilizarlo como le venga en gana», explica Anna. Para ella hay diferentes maneras de utilizar el libro y cada uno tiene que elegir la suya, y «si a la persona le apetece hacer los ejercicios para pasárselo bien, esa es muy buena opción, aunque otra sería leer los textos y hacer un trabajo más reflexivo».

En definitiva, lo que Anna Llenas propone en este volumen no es otra cosa que divertirse experimentando cosas nuevas, aunque lo importante es tener ganas de conocerse a sí mismo a través del proceso creativo.


Diario de las emociones. Anna Llenas

 

Diario de las emociones
Anna Llenas
Editorial Paidós
256 páginas
14,95 euros
ePub 9,99 euros