A finales de 1950, se suele argumentar, Jorge Oteiza (1908-2003) llega al límite en sus investigaciones sobre el vacío y el espacio, abandonando la práctica artística. El ciclo desarrolla cómo el cine constituyó la vía de continuidad a tales investigaciones, tanto en sus escritos como en el proyecto de realizar una primera película de ficción (Acteón).

Nueva sensibilidad

El cine, en tanto que fenómeno colectivo y multitudinario, sería el ámbito en el que Oteiza buscaría un rol social y pedagógico para el arte, capaz de producir, en palabras del artista, una nueva sensibilidad dotada de una imaginación radicalmente poética.

Las tres sesiones se han diseñado como una forma de ilustrar la manera en la que las ideas estéticas de Jorge Oteiza encuentran ecos diversos en determinados momentos de la historia del cine. La primera está dedicada a El año pasado en Marienbad (Alain Resnais, 1961), película caracterizada por Oteiza en el Quousque tandem…! como «expresionismo surrealista», como una estación de paso en la lógica experimental de su autor hacia una película futura «más silenciosa, más íntima y como natural». Oteiza concebirá su Acteón como «algo de lo que el cine debe ser después de Marienbad y 8 y medio«.

Pensamiento oteiziano

La segunda sesión presenta diversas formalizaciones fílmicas alternativas del vacío espacial, Beckett, Aguirre, Iimura, entre otras, aspecto central en el pensamiento oteiziano, así como obras que reflejan la influencia o la colaboración del escultor vasco (Equipo 57 y Néstor Basterrechea).

El alcance de la tercera sesión viene expuesto en las palabras de Paulino Viota, autor del filme que se proyectará en la misma: «Había leído el libro de Oteiza Quousque tandem…!, que es un manual de estética fascinante y originalísimo (…) que la obra de arte debía crear un espacio vacío que debía ser un espacio habitable para el espíritu del contemplador (…). Contactos, con vacíos y elipsis intenta definir un ámbito, un lugar espacio-temporal, el mundo que habitan los protagonistas, vaciado de narración, convertido solo en entorno físico, vivencial, existencial».