Su protagonista, una enorme Margherita Buy, viaja como inspectora de incógnito de hotel de lujo en hotel de lujo. Un paisaje que no le es ajeno a Tognazzi, cuya familia materna, los Bettoia, posee cuatro hoteles históricos en el corazón de Roma. Entre risas, Tognazzi comenta que su nueva película es «un homenaje a la familia hostelera».

Maria Sole Tognazzi parecía predestinada al cine. Cómo evitarlo, siendo su madre la actriz Franca Bettoia (Día tras día desesperadamente, El último hombre sobre la Tierra) y su padre el actor y director Ugo Tognazzi (Vicios pequeños, Habitación para cuatro), a quien homenajeó en 2010 con el documental Ritratto di mio padre cuando se cumplían veinte años de su muerte.

El que es su tercer largometraje de ficción llega a España, tras Passato prossimo y El hombre que ama, avalado por el éxito que ha tenido en Italia y con la posibilidad de un remake en Estados Unidos. ¿La fórmula de su éxito? Quizá ofrecer un entretenimiento muy dinámico a la vez que plantear asuntos tan potentes como lo injusto de los tópicos que sufren las mujeres y la presión social a la hora de tomar nuestros caminos en la vida.

Irene debe enfrentarse a los clichés femeninos. ¿Sigue siendo tan inconcebible que una mujer decida no dar los pasos marcados?

Pienso que esa figura femenina es muy contemporánea. Tengo 40 años, todavía no tengo hijos y no tengo una familia porque no ha sucedido así, no por elección, y tengo muchos amigos que están como yo. Creo que el mundo está lleno de mujeres que llevan una vida un poco menos convencional, un poco distinta a como era antes, pero en el cine se cuenta siempre muy poco las historias de estas mujeres. Es más fácil ver como personajes femeninos a mujeres casadas, novias de alguien, mujeres de alguien… Y cuando ves a una mujer sola en una película en general es una mujer problemática o una ejecutiva agresiva que piensa solo en su trabajo, que no es el caso de Irene.

Irene tiene un trabajo muy divertido que ha elegido, pero es un trabajo. No es una persona que haya renunciado a una familia por la carrera. Es todo lo contrario. Es una mujer que quizá no sentía tan fuerte la necesidad de crear un núcleo, de llevar una vida estable, de tener hijos, y no por casualidad elige un trabajo que la lleva de viaje por todo el mundo y que no la ayuda a crear este núcleo.

Precisamente hace, a través de la hermana de Irene, una contraposición con la vida matrimonial, que revela no tan ideal como debiera ser.

No quería hacer una película que no va a juzgar la elección de una mujer para juzgar las elecciones que toman las otras mujeres que quieren otra cosa porque no habría sido justo. Sencillamente hablando de soledad y parejas he querido mostrar cómo a veces te puede atraer la soledad más. Lo que más me interesaba era contar varios universos femeninos. Indudablemente, la protagonista es ella y su vida es la que lleva y su elección es la que ha hecho, pero hay mujeres que tienen necesidades distintas, y la hermana es una mujer que necesita ese núcleo del que hablábamos antes: necesita una familia, un marido…

Por tanto, no era un intento de querer criticar la vida matrimonial para decir que es mejor la otra, porque realmente con esta película quería decir una cosa: que no existe una felicidad que sea igual para todos. Para Irene es una y para su hermana es otra. Uno sencillamente tiene que seguir la suya. Y si una mujer se siente realizada a través de la maternidad y a través del matrimonio también es real y justo que otra mujer no se sienta realizada con esto y que busque otra vida.

«Si una mujer de cincuenta años no tiene una familia se la mira con tristeza»

¿Qué trabajo de documentación hizo para escribir sobre esos inspectores de incógnito?

Seguí a uno de verdad. Estuve con él en Londres cuando estaba escribiendo el guion. Cuando descubrimos este trabajo decidimos escribir la película. Quería hablar con uno y entender cómo funcionaba realmente ese oficio. Entonces descubrí que todas las cosas que hacía Margherita son cosas que hacen ellos, incluso el cuestionario.

Llevaba mucho tiempo queriendo trabajar con Margherita Buy. ¿Cómo entró en el proyecto?

Le propuse trabajar en mi segunda película y me dijo que no, y lo pasé fatal. Después de diez años se lo volví a proponer con este papel y aceptó, y ha sido una maravilla. Le gustaba el tema y la película, así que aceptó hacerla, y nació una relación muy hermosa entre nosotras. El año pasado ganó todos los premios por su interpretación y hemos sido muy felices.

Hay un cierto paralelismo temático con la película Up in the air. ¿Ha sido un referente?

Cuando empezamos a escribir la historia de la inspectora de incógnito, después de seis o siete meses de trabajo, se estrenó Up in the air. Mi coguionista me habló de ella y fuimos a verla. Vimos que había cosas en común, pero me empujó incluso más a escribir la mía porque mi consideración era el hecho de que aquí fuera una mujer. Si un hombre con cincuenta años, George Clooney, no tiene una familia, no tiene hijos y viaja por el mundo, es un tío estupendo. Si una mujer con cincuenta años no tiene una familia, no tiene hijos y vive sola con congelados en el frigorífico y la casa vacía, se la mira con tristeza. Y yo me pregunto por qué. Y entonces hice la película.

Éxito en Estados Unidos

Hay en el horizonte la posibilidad de un remake en Estados Unidos.

La película tiene mucha relación con América. La colaboración con el grupo The Leading Hotels of the World ha sido fundamental porque nos dejaron rodar en sus establecimientos, y su sede está en Nueva York. Por tanto, ese fue el primer acercamiento de la idea de la película y el guion con los estadounidenses y nos dimos cuenta de que les gustaba mucho. Luego fui a presentarla a Nueva York y me llegaron noticias de que estaban evaluando la posibilidad de hacer un remake, pero ya no lo he seguido. La semana pasada se estrenó mi película en Nueva York y ha funcionado muy bien. Ha sido la media por pantalla más alta del fin de semana, con una copia en Nueva York, y ha hecho el máximo de taquilla con respecto a las copias.

¿Qué proyectos tiene por delante?

Estoy escribiendo una nueva película con los mismos coguionistas de Viajo sola y trabajando de nuevo con Margherita. Es una película en línea con Viajo sola porque es una representación de roles femeninos poco contados y debería empezar a rodarse en octubre.