Corazón, que en los últimos años ha recurrido con frecuencia al género del bodegón, tiene a comienzos de 2013 un último encuentro con el Cesto con frutas de Caravaggio en la pinacoteca Brera de Milán. El encuentro comienza como un murmullo que pronto se transforma en una conversación a muchas voces sobre la esencia misma de la pintura, el hecho de pintar y dibujar. Una experiencia que el artista asimila a la del furtivo.

Las pinturas exhibidas tienen en general un carácter enérgico y luminoso, y exploran, simultáneamente, los límites del dibujo y del color. La memoria es la que traza el mapa de esta expedición en la que artista y espectador merodean, acechan y siguen rastros.

Artista conceptual

Nacido en Madrid en 1942, Corazón completa sus estudios de Sociología y Económicas con el aprendizaje del dibujo y la pintura. Al finalizar sus estudios universitarios fundó junto a un grupo de amigos la editorial Ciencia Nueva y lanzó su carrera profesional como diseñador gráfico. Al mismo tiempo celebró su primera exposición individual en Turín y Milán.

Como diseñador comenzó a destacar en la escena española del diseño gráfico y fue galardonado con el Premio Nacional de Diseño y otros premios significativos en Europa y Estados Unidos. Posteriormente amplió su actividad incluyendo el diseño industrial, un campo en el cual se ha ganado también un gran prestigio.

A principios de los setenta, su obra fue la primera en mostrar la influencia del arte conceptual en España, donde expuso en la Galería Redor y celebró frecuentes exposiciones en Italia y Alemania. En 1978, el comité de la Bienal de París le invitó para exhibir su trabajo en el Petit Palais junto al de Antonio Saura.