Un piano, cuatro manos, una banqueta… Los entornos más relajantes pueden ser escenario de las tormentas más feroces… y divertidas. Nos lo muestran dos actores especialmente dotados para la comedia, Borràs y Ferrer, y un director especialista en hacer reír de manera inteligente, Paco Mir.

Un paisaje idílico, un entorno pacífico y relajante y unas montañas de ensueño son, seguro, el mejor lugar para preparar una gira de conciertos por Japón. Eso han pensado Pau y Vladimir (Borràs y Ferrer), los dos protagonistas de esta pieza teatral nacida de la mente del dramaturgo francés Gérald Sibleyras. ¿O quizás el auténtico protagonista es la banqueta que ambos utilizan en sus conciertos de piano a cuatro manos?

Gran dosis de cinismo

Por este pequeño asiento que los dos comparten, y que cada vez se vuelve más y más pequeño, pasa buena parte de una historia en la que los fantasmas de una relación profesional y personal de veinte años salen a la luz. Ni la calma ni el silencio serán de ayuda –más bien al contrario– en las discusiones de estos dos intérpretes.

El actor y director Paco Mir dirige un texto divertido, refinado y sutil que describe la complejidad de las relaciones humanas en las distancias cortas y la crisis de confianza entre dos artistas en la cúspide de su carrera. Personalidades contradictorias, fobias ocultas, sueños incumplidos y una gran dosis de cinismo son los elementos fundamentales de esta obra que es también en el fondo un homenaje al arte y la cultura.