Catorce fueron los cuadros que Sorolla realizó para la institución. En ellos plasmó su visión personal de nuestro país, sus costumbres y sus bailes. En un viaje que realizó por varias zonas geográficas de nuestra península, el pintor dio cuenta de las danzas más significativas, las más folclóricas, junto a otras creaciones de danza clásica española, escuela bolera y flamenco. Catorce son también las partes que componen este espectáculo. La luz, la frescura y el movimiento de la pintura de Sorolla se reflejan en las coreografías diseñadas por Arantxa Carmona, Miguel Fuente, Manuel Liñán y Najarro, junto a la puesta en escena de Franco Dragone, el vestuario de Nicolás Vaudelet y la partitura de Juan José Colomer.