Comisariada por Marta Dahó, la exposición incluye cerca de 260 imágenes a través de las cuales se hace un recorrido por los principales núcleos conceptuales que el artista estadounidense ha plasmado en su obra: la reflexión sobre el lenguaje fotográfico, el análisis sobre el paisaje y el significativo uso del color y del blanco y negro.

La selección incluye series tan importantes como Uncommon Places o American Surfaces, así como algunos de sus trabajos posteriores más importantes, algunos de ellos inéditos. Como asegura Pablo Jiménez Burillo, director del Área de Cultura de la Fundación Mapfre, «estamos ante uno de los grandes. La obra de Stephen Shore permite lecturas distintas. Es tremendamente refinada, muy intensa y transmite muy bien las emociones».

Evolución cronológica

El discurso expositivo propone un recorrido cronológico por las series más significativas que componen la obra de Shore: «Hemos querido priorizar esta cronología para permitir al público ver la evolución que ha experimentado el fotógrafo en sus imágenes», destaca la comisaria.

A mediados de los 60, la entrada de la fotografía en el campo artístico se realiza a través de una estética que se aleja de los postulados dominantes de la época. La obra de Shore, que está influida por Walker Evans y Andy Warhol, participa de forma significativa de este giro en la comprensión de la práctica fotográfica.

Los trabajos que se muestran comienzan en esta época, cuando realiza varias series de carácter experimental, algunas de las cuales mostró en una exposición individual en el Metropolitan de Nueva York con tan solo 23 años. Estas son July 22,1969, en la que fotografía a su amigo Michael Marsh cada 30 minutos a lo largo de un día completo; Circle No.1, donde posa de nuevo en ocho posiciones distintas en medio de un paisaje desértico, y Avenue of The Americas, donde realiza una fotografía en cada intersección de calle a lo largo de una avenida.

Viajes por EE.UU.

Tras su acercamiento a los artistas conceptuales explora las características estéticas de la fotografía utilitaria y amateur, influido por la obra 26 Gasoline stations de Ed Ruscha. El resultado es su proyecto Greetings from Amarillo. Tall in Texas (1972), en la que se asigna el rol de fotógrafo profesional para retratar los monumentos locales de la ciudad de Amarillo, imágenes que convertirá en postales.

A raíz de estos trabajos, que forman los fundamentos estéticos y teóricos de su enfoque y planteamiento fotográfico, surgirá American Surfaces (1972 y 1973), un diario realizado a lo largo de sus viajes por Estados Unidos.

A partir de 1973 opta por trabajar con una cámara de mayor formato para matizar la apariencia de sus imágenes. Toma más tiempo para realizar sus fotografías, con retratos posados; esto dará como resultado la exposición New Topographics. Photographs of Man Altered Landscape, un proyecto que culminará en 1982 con la publicación del libro Uncommon Places.

Blanco y negro

En los años 80 sigue estando presente la representación del territorio, pero sus investigaciones lo llevan a explorar las posibilidades de la perspectiva y la profundidad de campo allí donde ya no hay referencias arquitectónicas o urbanísticas que marquen la composición de la imagen. De esto surgen sus paisajes de gran formato.

Ya en los 90, cuando se consolida el uso del color en la fotografía artística, se propone trabajar exclusivamente en blanco y negro. «Siempre he sido consciente de la necesidad de no repetirme y de explorar diversas cosas. Además hay una parte de mí que cuestiona las tendencias y los convencionalismos», resalta el propio fotógrafo. En este momento también llevaba 10 años enseñando a revelar a sus alumnos en blanco y negro, por lo que «conseguí ser un revelador muy bueno».

De este periodo son los proyectos Essex Country (1990), realizado en los bosques de los Montes Adirondack, en Nueva York; y sus fotografías de los yacimientos arqueológicos de Hazor y Ascalón en Israel, titulados Arqueología (1994). En ellos propone una reflexión en torno al tema de las superficies y la mediación operada por la cámara fotográfica.

Límites autoimpuestos

La recta final del recorrido de esta retrospectiva muestra las panorámicas realizadas en las calles de Nueva York entre los años 2000 y 2002. Junto con estas fotografías se presentan dos series en color de reciente producción: Ucrania y Winslow, Arizona. Además se incluyen los POD books, una serie de ibooks, realizados desde 2003, cada uno de los cuales incluye imágenes realizadas a lo largo de un solo día. Al igual que en sus primeras series de influencia conceptual, se plantea un juego con los límites autoimpuestos de un marco estructural limitado.

Esta retrospectiva ha sido producida por la Fundación Mapfre y posteriormente se presentará en Les Recontres d’Arles en Francia; C/O Berlín en Alemania; CAMERA, Centro Italiano per la Fotografia de Turín, y Huis Marseille en Ámsterdam.

  • 17 de septiembre a las 18.30 h: Coloquio entre Marta Dahó y Stephen Shore (Auditorio de la Fundación Mapfre).

 

Catálogo

Para complementar la exposición, la Fundación Mapfre ha producido un catálogo que incluye textos de Marta Dahó, David Campany, Sandra Phillips y Horacio Fernández, así como imágenes de la selección y una completa biografía y bibliografía sobre el autor.

El volumen ha sido coeditado en cinco idiomas en colaboración con otras editoriales internacionales: Aperture en inglés; Xavier Barral en francés; Kehrer en alemán y Contrasto para el italiano.