A-creedores. Foto: Pedro Albornoz

A-creedores. Foto: Pedro Albornoz.

Estrenada por primera vez en Copenhague en el año 1889 y calificada por el propio autor como una “tragicomedia en un acto y en prosa”, Acreedores pertenece a la etapa naturalista de Strindberg, considerado como el escritor y dramaturgo sueco más importante de la historia.

Estructurada en tres cuadros, que se suceden sin solución de continuidad, el texto narra la historia de un ajuste de cuentas entre una mujer, su ex marido y su actual pareja. En la obra, el conflicto de intereses de los tres protagonistas desembocará en auténtica violencia, sobre todo psíquica.

A través de un juego

Claudia Faci se basa en este texto de Strindberg para hacer su nueva creación, que cuenta sobre el escenario con los intérpretes Pablo Messiez y Fernanda Orazi como cómplices. En la obra, toda la peripecia se desarrolla a través de un juego con lo que se puede ver y lo que no, con la visión como fuente ingenua de verdad y con la posición del testigo.

Estrenada en el Festival Temporada Alta de Gerona en octubre de 2014, este espectáculo se sirve de los tres personajes, Tekla, Gustavo y Adolfo, para mostrar los placeres y los peligros de mirar desde fuera, en este caso, desde la habitación de al lado a través de la cerradura. El drama se despliega como una excusa para hacer ver cómo la realidad es una construcción que se genera a través de la manipulación de los puntos de vista y del deseo.

Para ello, Faci ha creado un dispositivo escénico que, huyendo de escenografías y artilugios extravagantes, se construye sobre los propios cuerpos de los actores y las acciones que llevan a cabo. El texto llega a los espectadores como pura voz extirpada del cuerpo, como puro discurso de manera que lo que se oye es más una resonancia lejana que algo que, en realidad, se dice.