La muestra, incluida en la sección oficial de PHotoEspaña 2015quiere ilustrar esta relación en toda su dimensión: «como instrumento para la memoria, como documento, como recurso para la restauración, como propaganda tanto de las obras nuevas que se estaban realizando como de los antiguos monumentos que conformaban el pasado glorioso de las naciones», aseguran sus comisarios, Helena Pérez y Delfín Rodríguez.

Las imágenes que se han seleccionado tienen un carácter internacional, pero cuatro de las seis secciones que tiene la muestra se centran en España, siendo La Alhambra, los Reales Alcázares y El Escorial los monumentos que todos los fotógrafos plasmaron de manera sistemática durante el siglo XIX.

Nuestro país fue tan importante durante el siglo XIX porque se convirtió en un «destino de consumo romántico, por el que los artistas y escritores extranjeros iniciaron múltiples viajes. Y mientras que muchos realizaban sus propias fotografías, otros se trajeron a sus fotógrafos para que plasmaran lo que veían», explica Delfín Rodríguez.

Recorrido expositivo

La exposición, que reúne más de 170 piezas originales, se articula en seis secciones. La primera, titulada El artificio de la representación arquitectónica, «muestra de forma breve la labor artística de representación de monumentos anterior a la aparición de la fotografía», explica Helena Pérez. En segundo lugar el espectador se encuentra con Conocer, documentar y difundir la arquitectura, que trata los diferentes aspectos de la fotografía monumental, nacida como forma de documentar la memoria, y también como medio propagandístico.

En España: objetivo de la cámara, «trasladamos todas esas idas a nuestro país, y demostramos que aquí se siguió toda esa tradición europea de usar la fotografía para restaurar y publicitar sus obras públicas y, sobre todo, para nutrir ese imaginario del Romanticismo», resalta la comisaria. El cuarto apartado, La España monumental de Charles Clifford y Jean Laurent, está centrada en los dos máximos exponentes de la fotografía en España del siglo XIX.

Consumo y recepción de la fotografía de arquitectura habla de la siguiente generación de fotógrafos: por una parte, una serie de artistas itinerantes que se dedicaron a recorrer el mundo, y por otra, un grupo de extranjeros que acabaron quedándose en España, y por último, los primeros fotógrafos españoles.

Finalmente, el visitante termina la muestra con Fotografía e historia de la arquitectura, una sección que se articula en tres apartados: el primero muestra la continuidad de los estudios sobre la arquitectura; el segundo ejemplifica cómo comenzaron a ilustrarse los libros de viajes, las historias y las geografías con fotografías; y el tercero, el uso científico de la fotografía para ilustrar Historias de la arquitectura.