La muestra, que se vertebra en tres ejes, pretende buscar soluciones para responder a los problemas de las sociedades actuales, en diálogo con la reflexión permanente de qué es el arte y qué papel puede desempeñar en el mundo contemporáneo.

Registros domesticados reúne una serie de trabajos colaborativos, inéditos hasta ahora en España y realizados durante su etapa formativa en Estados Unidos, junto a otros que abordan el recuerdo autobiográfico como un modo de reivindicar la memoria colectiva de los procesos laborales y de producción fabril, o la cuestión de las desigualdades políticas, económicas, productivas y laborales que se atestiguan en los registros de la vida cotidiana en el emergente sureste asiático.

En la revisión realizada en las salas del CGAC es clave el bloque denominado Sistemas generativos (1971-1973) y otros trabajos asociados ya dentro de la década de los noventa. En esta parte del proyecto se exhiben obras de diversos soportes en estrecha vinculación con el copy-art, la fotografía, las estrategias conceptuales o el feminismo.

Otro bloque destacado, Arqueología industrial, abarca trabajos como Fábrica (2000) y Nuclear Lemoniz (2003-2006) que incluyen instalaciones objetuales y vídeos. La exposición cuenta, además, con la instalación Estación Fax (1993) y uno de sus últimos trabajos videográficos, Ellas filipinas (2010-2014), sobre las emigrantes filipinas en Hong-Kong.

Esta exposición ha sido organizada por la Subdirección General de Promoción de Bellas Artes de la Secretaría de Estado de Cultura.