El amor es el protagonista en la primera de las coreografías. In the Night conjuga un escenario en penumbra con cuatro de los Nocturnos de Frédéric Chopin. El ballet, coreografiado por Jerome Robbins para tres parejas con distinta personalidad, utiliza la música como un punto de partida para explorar los distintos estados de una relación. Tres pasos a dos definen el complejo retrato de la pareja, desde la pasión juvenil a los conflictos y la reconciliación, sentimientos subrayados por el delicado vestuario de Anthony Dowell, que acentúa la expresividad de cada movimiento.

Una meditación sobre el amor en la que los seis bailarines danzarán al ritmo del piano de Carlos Faxas, que interpretará el Nocturno Op. 27, No. 1, que adquiere una cualidad majestuosa antes de fundirse en el lirismo; los Nocturnos Op. 55, N ° 1 y N ° 2, que son agridulces y tempestuosos en sus melodías; y la pieza final, nocturno Op. 9, N ° 2, que utiliza la forma de rondó, pero en un andante suave, casi etéreo. Un delicado final en el que se encuentran los bailares.

Rosa Torres-Pardo tomará el relevo para interpretar al piano Anhelos y Tormentos, de Enrique Granados, una obra creada por el búlgaro Dimo Kirilov para rendir homenaje al compositor en el centenario de su muerte. En esta obra el coreógrafo parte de algunas características o calidades del romanticismo y neorromanticismo enfrentando lo pasional y lo racional, la fantasía y, sobre todo, el drama, con la obsesión de la muerte, la noche, las ruinas y la descripción de monstruos y criaturas extrañas. Todo ello acompañado de la música del autor español: El amor y la muerte, Vals, Mazurka, Danza oriental y El ángel de los claustros.

 

Tras el descanso, la CND se adentra en Suite Nº 2, op. 17. III: Romance, una obra situada en el centro del neoclasicismo que transcurre en íntima comunión con la música: la Suite nº 2 para dos pianos, op. 17 de Serguéi Rajmáninov, se refleja en el escenario como “un sonido sinfónico en imágenes”. El coreógrafo y figurinista Uwe Scholz, uno de los más prolíficos creadores alemanes hasta su prematuro fallecimiento en 2004, firma una pieza en la que se muestra su dominio de los conjuntos y su técnica para dibujar la música en el espacio.

El programa finaliza con Raymonda Divertimento una nueva lectura del clásico de Marius Petipa que José Carlos Martínez, actual director de la CND, ha realizado sobre la versión de Rudolf Nureyev, para dedicárselo a la gran intérprete Maya Plisetskaya. Con música de Alexander Glazunov, los tres actos que componen la obra están cargados de pasos clásicos con sabores húngaros en un contexto medieval. Esta historia de caballeros y princesas, traslada al espectador hasta las cruzadas, donde Jean de Brienne deberá salvar a su prometida Raymonda de las garras de los sarracenos.