Pregón, de Vértebro.

El ZIP se desarrolla como una especie de maratón radical donde siete compañías se ‘hacen’ con el edificio del teatro, desplegando diversos lenguajes. “Vivimos un momento en el que todas las personas que pertenecemos al mundo de la creación buscamos un lenguaje que nos ayude a transmitir al público nuestras inquietudes, nuestras preguntas, nuestras reflexiones; un lenguaje que, en sí mismo, ya signifique esas reflexiones y ya sea la metáfora de ese mundo en el que vivimos”, explica Carme Portaceli.

Algunas de ellas exponen su trabajo por primera vez en Madrid, como es el caso de Vértebro. La compañía cordobesa presentará en este ciclo dos piezas diferentes: Pregón (19 de abril) y Faena (23 de abril). Ambas forman parte de su denominado Ciclo de las Peregrinaciones, una serie de experiencias, escénicas o no, que orbitan en torno a temáticas de género e identidad, en un sentido muy amplio, y que beben de elementos como el folclore, el activismo o el site-specific.

El 19 de marzo, la Sala Margarita Xirgu se llena del ritmo de Kokoro, una propuesta de Lali Ayguadé, coreógrafa y bailarina barcelonesa de recorrido internacional, que dirige a un cuarteto de bailarines en una pieza que muestra a cuatro personas en busca de su identidad. “Un espectáculo contado a través del cuerpo por medio de la emoción y la teatralidad”, según su creadora.

Kokoro.

En el mismo lugar, el 20 de abril se podrán ver dos funciones de Anar de carenes al cel (Ir de las crestas al cielo), una propuesta polifónica de la compañía Obskené entre el teatro, el cine documental y la música en directo que, a través de la reflexión en torno a la relación de sus creadores con el Mediterráneo, cuestiona nuestra visión de temas universales como la historia, el género o la muerte.

P14, el grupo joven de experimentación del teatro Volksbühne am Rosa-Luxemburg-Platz, llega a Madrid con WOHNWAGEN (21 y 22 de abril), que es, según sus intérpretes, “un espectáculo envolvente y apasionado” en el que los espectadores subirán al propio escenario para asistir a su representación.

Por otro lado, la creadora y coreógrafa madrileña Louisa Merino propone The course of memory (20 y 21 de abril), una pieza documental a medio camino entra las artes escénicas y las artes plásticas que parte de un trabajo con voluntarios de cada ciudad en la que se representa. La obra plantea un juego basado en el principio de alteridad a partir de su autobiografía en diálogo con experiencias ajenas.

Cabosanroque. Mural sonoro.

Los días 21 y 22 de abril, el ZIP tomará la Plaza Santa Ana, que se convertirá en un auditorio para albergar la actuación de Cabosanroque. El colectivo musical ofrecerá dos conciertos gratuitos bajo el nombre Mural sonoro, “un concierto de música mecánica con la forma y la densidad de un retablo barroco”. La pieza constituye la reunión vertical de casi todas las máquinas musicales construidas por el grupo entre 2006 y 2014 para diferentes espectáculos e instalaciones sonoras.

Completa el ciclo el espectáculo Extraños mares arden (del 22 y 23 de abril), un documental escénico de Txalo Toloza-Fernández, en colaboración con Laida Azkona, sobre los cuerpos que deciden habitar el desierto más árido del planeta y su relación con la industria minera de principios del siglo XX, la industria armamentística y las grandes colecciones de arte contemporáneo.