La versión de Cascanueces se estrenó en La Habana en 1998 y en ella se parte de los elementos coreográficos que se conservan de la obra original, que vio la luz en diciembre de 1892 en el Teatro Marinski. Pero, sobre todo, Alonso se inspiró en el peculiar estilo concebido para este ballet por el coreógrafo y bailarín ruso Lev Ivánov.

Giselle.

Giselle.

La coreógrafa había sido intérprete de esta obra en el American Ballet Theater y los Ballets Rusos de Montecarlo, donde fue llevado originalmente por grandes maestros de la antigua escuela rusa, como Nikolai Sergueiev y Alexandra Fedórova. En esta ocasión esta coreografía, que se podrá ver del 3 al 7 de mayo, cuenta con música en directo interpretada por la Orquesta Sinfónica Verum y el Coro de Niños de la Capilla Real de Madrid bajo la batuta de Giovanni Duarte.

Dentro del repertorio del Ballet Nacional de Cuba, Giselle posee una significativa importancia, no solo por su propia historia, sino porque con esta obra y con Alicia Alonso, Cuba trascendió por primera vez en el ámbito internacional de la danza. La famosa sustitución de Alicia Márkova por Alicia Alonso se produjo durante la temporada del Ballet Theatre de Nueva York, en 1943.

La puesta en escena de este montaje evita las características que han repetido los ballets románticos, hasta donde el argumento y el estilo lo han permitido. La concisa narración, ligada al diseño de los bailables y a su situación dentro de la obra, traza una parábola entre los dos actos y logra una manifiesta homogeneidad estilística, equilibrio dramático y coreográfico, uniformidad no alcanzada en todas las puestas de este ballet y que ha contribuido a que esta versión se considere como la más lograda.

La versión coreográfica y la interpretación personal del ballet Giselle por Alicia Alonso recibieron en 1966 el Grand Prix de la Ville de Paris; y en 1972 fue incorporada esa misma versión a la Ópera de París.

  • De miércoles a viernes a las 20.00 h. / Sábados a las 18.30 y 21.30 h. / Domingos a las 18.30 h.
Cascanueces. Foto: Nancy Reyes.

Cascanueces. Foto: Nancy Reyes.

Tradición romántica y clásica

El Ballet Nacional de Cuba es una de las más prestigiosas compañías de danza del mundo y ocupa un lugar prominente en la cultura hispanoamericana. El rigor artístico-técnico de sus bailarines y la amplitud y diversidad en la concepción estética de su repertorio otorgan a esta agrupación un lugar relevante entre las grandes instituciones de su género en la escena internacional.

La compañía surge en 1948, con Alicia Alonso como principal fundadora y primerísima figura. En 1950 se crea la Escuela Nacional de Ballet Alicia Alonso, anexa a la compañía profesional. Desde los inicios, su línea artística partió del respeto a la tradición romántica y clásica, estimulando al mismo tiempo el trabajo creativo de coreógrafos que seguían una línea de búsqueda en lo nacional y contemporáneo.