La obra, inspirada en una historia real, se sitúa en el Moscú post-soviético. En la década de los 90, los burócratas mafiosos rusos construyeron sus imperios comprando a precio de saldo las otrora industrias públicas, patrimonio y orgullo del pueblo soviético. Mientras unos aprovechaban la coyuntura para enriquecerse, la masa de la población vivía en un sálvese quien pueda.

En este contexto, Iván Mishukov, de tan solo cuatro años, se escapa de su casa harto de recibir palizas de su padrastro ante la mirada impasible de su madre alcohólica. Iván se echa a las frías calles, donde su historia no es la excepción: cientos de niños huérfanos y solitarios se guarnecen del frío en las estaciones de metro con sus perros callejeros.

Los dos años que Iván pasó en la calle estuvo al margen de las drogas, el hambre y el frío gracias a su manada. Cuando las autoridades se hicieron cargo de él, su caso saltó a los medios de comunicación de todo el mundo. En ese tiempo había sustituido la palabra por el aullido, ya que, mientras la manada responde al grito de dolor, la humanidad le había dado la espalda.

Con los perros callejeros, Iván encuentra el amor y la humanidad que ha estado buscando durante todo el tiempo. Una metáfora que muestra la necesidad de hallar el cariño hasta en los lugares más insospechados. En palabras del director, «el texto es un alegato, que gana veracidad por su forma cruda y descarnada, a encontrar lo humano en otro sitio cuando vemos que en el vecino, o en nosotros mismos, se ha evaporado. Un aullido necesario para estos tiempos».

  • De martes a domingo a las 20.30 h. (Domingo 28 de mayo a las 19.30 h.).

Iván y los perros.