Durante ocho años, Salgado ha realizado 32 viajes visitando los espacios vírgenes de las regiones polares, los bosques y sabanas tropicales, los desiertos abrasadores, las montañas dominadas por glaciares y las islas solitarias. Un mosaico increíble donde la naturaleza se expresa en toda su grandeza.

Sus fotografías aspiran a revelar esta belleza y representan un homenaje a la fragilidad de un planeta que hay que proteger. Como afirma el propio fotógrafo, «la cámara hizo posible que la naturaleza me hablase. Y tuve el privilegio de poder escucharla».

Salgado pone el foco sobre el mundo natural para invitar a que el espectador se interrogue sobre el estilo de vida humano actual y su impacto en los recursos naturales del planeta.

Este es el tercer trabajo a largo plazo de Salgado, tras sus proyectos Trabajadores y Éxodos, dos series fotográficas en las que retrató la condición humana y evidenció las desigualdades del mundo actual mediante un lenguaje plástico personal, profundo y poético. En estas fotografías se distinguen dos características, el carácter pionero de los temas y el compromiso social que tienen.

Con este último trabajo continúa con su labor de concienciación, en este caso con la naturaleza. La idea surgió «plantando un bosque en Brasil», como afirma Lélia Wanick, su esposa y comisaria de la muestra. Salgado había fundado el Instituto Terra con el fin de reforestar una propiedad rural de 700 hectáreas en Brasil, después de volver a su tierra a finales de la década de 1990. Génesis es, en muchos aspectos, un corolario global del trabajo realizado por este Instituto, ya que de ahí surgió la idea: explorar la belleza de la Tierra.

Sobrecogedor

Este proyecto es el resultado de una épica expedición que comenzó en 2004 y que se puso en marcha para redescubrir montañas, desiertos, océanos, animales y pueblos que han eludido la impronta de la sociedad moderna: la tierra y la vida de un planeta aún virgen. «Alrededor del 46% de la Tierra permanece en el estado en el que se hallaba en la época del Génesis. Debemos conservar lo existente», asegura el fotógrafo.

A través de sus viajes, unos cuatro por año, de más o menos dos meses y medio de duración, la parte humana es la que más ha llamado la atención de Salgado: «Para mí ha sido un placer y toda una sorpresa descubrir que la gente tiene el mismo amor que tenemos nosotros».

La colección de imágenes que han salido de esos viajes, realizados a pie, en avioneta, en buques, canoas e, incluso, a bordo de globos aerostáticos, con un calor y un frío extremos y en condiciones a menudo peligrosas, muestran la naturaleza, los animales y los pueblos indígenas con una sobrecogedora belleza.

Salgado ofrece una nueva dimensión de la fotografía en blanco y negro; las variedades tonales de sus obras, el contraste entre luz y oscuridad, recuerda las obras de grandes maestros de la pintura. Según el fotógrafo, el blanco y negro no es tal, sino que «es una gran gama de gris que representa toda la gama de color».

Por descubrir

Hay mucho por descubrir en Génesis, especies animales y volcanes de las Galápagos; los pingüinos, leones marinos, cormoranes y ballenas del Antártico y el Atlántico Sur; los caimanes yacaré y los jaguares de Brasil; los leones, leopardos y elefantes africanos; la tribu de los zo’e, aislada en lo más profundo de la selva amazónica; la neolítica etnia korowai de Papúa Occidental; los nómadas ganaderos dinka en Sudán; los trashumantes nenets y sus manadas de renos en el Círculo Polar Ártico; las comunidades selváticas de los mentawai en las islas al oeste de Sumatra; los icebergs del Antártico; los volcanes de África Central y de la península de Kamchatka; los desiertos saharianos; los ríos amazónicos Negro y Yuruá; las gargantas del Gran Cañón; los glaciares de Alaska… y mucho más.

Todo ello, a través de cinco apartados, que representan cada uno una extensa región con varios ecosistemas y colectivos humanos. El primero de ellos es La Antártida y los confines del sur, seguido de Los santuarios, en tercer lugar está África, Las tierras del norte, y finalmente La Amazonia y el pantanal.

Sobre Salgado

En 1973, Sebastião Salgado inició su carrera de fotógrafo profesional en París. Posteriormente trabajó con las agencias fotográficas Sygma, Gamma y Magnum Photos. En 1994, junto con su esposa Lélia, creó Amazonas images, que se encarga de sus fotografías de forma exclusiva.

Sus proyectos fotográficos han aparecido en numerosas exposiciones y libros, entre los que se cuentan Otras Américas (1986), Sahel, El fin del camino (1988), Trabajadores (1993), Terra (1997), Éxodos (2000), Retratos (2000) y África (2007).