Frente a las estrategias de atribución a los objetos de rasgos humanos como un intento de dar vida a lo supuestamente inerte –todavía herencia del privilegio antropocéntrico–, el ejercicio que aquí se propone es el opuesto, aunque complementario: una transposición de atributos, percepciones y sensibilidades que van desde el objeto a lo humano. Hecha, como no puede ser de otro modo, desde la ironía.

Si, como dice Michel Serres, el sujeto nace del objeto, ¿cuáles son las diferentes modalidades de sujeto que podemos establecer a través de nuestra relación social con los objetos? ¿Qué atributos de lo inerte aparecen en nosotros? ¿Qué similitudes se dan entre objeto y humano? ¿Cómo funcionan estas atribuciones y cuáles son las manifestaciones ideológicas que las impulsan? ¿Podrían los objetos establecer una relación empática con nosotros? ¿Pueden el lenguaje y el habla extraviar sus connotaciones humanas? ¿Es posible resistirse a la autoridad del discurso y, en consecuencia, pensar realmente desde un paradigma diferente al “nuestro”? Para estas preguntas, Vida de  O. no busca tanto ofrecer una respuesta como invocar una zona gris en la que la distinción entre sujeto y objeto, presentación y representación, abandonen el hábito dialéctico gracias a un espacio intermedio y conscientemente borroso.

Proyecto comisarial

Esta exposición se enmarca dentro de Mirror Becomes a Razor When It’s Broken, un proyecto comisarial anual de Sonia Fernández Pan que aparece como un proceso de sedimentación conjunto en el que las diferentes prácticas artísticas que lo componen actúan a la manera de estratos especulativos acerca de la materialidad constituyente del mundo.

A través de cuatro proyectos expositivos individuales y diversas actividades, este ciclo busca materializar de modo literal posibilidades, reflexiones, itinerarios y desvíos que irán surgiendo durante el proceso de trabajo con cada uno de los artistas invitados: Lúa Coderch, Rubén Grilo, Josu Bilbao, Eva Fàbregas, Siegmar Zacharias, Agata Siniarska, Ariadna Guiteras y Claudia Pagès.