El artista, que pasó casi toda su vida en Ibiza, es autor de una extensa y peculiar obra, fundada en el trabajo con patrones geométricos y fuertemente influida por la música y las teorías del color, una pintura que imaginó con vocación dinámica y ligada al movimiento.

Después de estudiar matemáticas y arquitectura, Hinterreiter descubrió en los años treinta la teoría del color sistematizada por el químico alemán y premio Nobel Wilhelm Ostwald. Desde ese momento dedicaría todos sus esfuerzos a desarrollar un planteamiento teórico y práctico propio que se concretaría en la construcción, a sugerencia del propio Ostwald, de un Formorgel [órgano de la forma] y un Farborgel [órgano del color], artefactos que le permitieron obtener múltiples combinaciones formales y cromáticas a partir de estructuras geométricas elementales.

Hans Hinterreiter. SWF 53, 1973. Hans Hinterreiter Stiftung.

Hans Hinterreiter. SWF 53, 1973. Hans Hinterreiter Stiftung.

Hinterreiter, además, publicó sus estudios sobre la forma y el color en sus libros Geometrische Schönheit [Belleza geométrica], 1958, y Die Kunst der reinen Form [El arte de la forma pura], 1978, que publicó en Barcelona.

Esta exposición se acompaña de un catálogo que constituye la primera monografía del artista en español. Incluye textos del propio Hinterreiter y de Max Bill, además de ensayos de especialistas y conocedores del artista y su obra como Rudolf Koella, Karl Gerstner o Timo Niemeyer; incluye, además, parte de la correspondencia entre Max Bill y Hans Hinterreiter, editada y comentada por Jakob Bill.

Junto a la exposición se propone un programa de cine experimental titulado ‘La abstracción en movimiento (1921-2010)’, centrado en piezas que conjugan la abstracción, el movimiento y la música visual, con una selección de veinte películas desde las vanguardias históricas de los años veinte hasta nuestros días, y que exploran la relación entre forma, color y música.