Buscas en el bolsillo unas llaves que ya no abren tu propia puerta, tu DNI, que está –como siempre– en el bolsillo interior izquierdo, corrobora tu nueva identidad. El retrato de tu graduación ha desaparecido y ahora está el de una mascota que nunca has conocido. Según avisan las malas lenguas, ésta se hace llamar Bruno. ¿Y qué hay cuando aparece por la puerta tu ‘nuevo’ hijo, que mide dos metros y resulta que es africano?

Lo incomprensible sigue y, mientras la mente trata de encontrar razonamientos y excusas para encajar lo imposible, el ánimo acaba por vencer y dejas de tratar de buscar a todo el sentido que no tiene. Porque, si se piensa con detenimiento, en realidad nada tiene sentido.

¿Quién es el señor Schmitt? suscita dos tipos de reacciones en el público: unos ríen y pasan un buen rato sin darle más vueltas; y otros ven en esta comedia algo que desemboca en thriller, el drama y, finalmente, la tragedia. Algo que está ligado íntimamente con los saltos que damos en nuestra propia vida, sin etapas, casi de minuto a minuto, hasta llegar a ninguna parte.

La enseñanza está en ver todas estas absurdeces como la característica propia de asumir que estamos vivos en un tránsito invisible que nos va moviendo por nuestra existencia a través de esa palabra clave, evolución.

‘¿Quién es el señor Schmitt?
Esto se ve muy bien reflejado en la construcción y recursos puestos en escena al servicio de esta historia ridícula, y en una puerta que no sabes en qué momento transita de una esquina a otra de la sala, delante de nuestras narices, sin ni siquiera darnos cuenta. Y surge la pregunta: ¿en qué momento cambió todo tanto que se fue simplemente al garete? La respuesta también es siempre la misma: todo estaba pasando delante de nuestras narices.

Basada en el texto de Sebastien Thiéry, ¿Quién es el señor Schmitt? abrió así el telón del Teatro Español por primera vez el pasado miércoles con un alarde de folclore, y con Javier Gutiérrez y Cristina Castaño como aliados que supieron torear con una impecable actuación esta historia plena de absurdo, haciendo entender al espectador que no siempre la coherencia es el aliado indiscutible de una buena historia.

Encuentro con el público. Jueves, 5 de noviembre.


¿Quién es el señor Schmitt?
Sebastien Thiéry
Versión y dirección: Sergio Peris-Mencheta
Reparto: Javier Gutiérrez, Cristina Castaño, Xabi Murúa, Quique Fernández y Armando Buika
Una producción de Barco Pirata