A veces, además de leer esas historias, también hay que destapar todo el esfuerzo y sacrificio que hay detrás de un oficio basado en la pasión, el conflicto, la renuncia y el compromiso con las víctimas de la violencia, de lo peor de nuestra naturaleza. Por eso el estreno en el Teatro Español de Contarlo para no olvidar se alía con dos reporteras como Maruja Torres (Barcelona, 1943) y Mónica García Prieto (Badajoz, 1974) para contar, sin filtros ni complejos, los entresijos de su profesión, discutiendo sobre periodismo, feminismo en un terreno dominado por hombres y de un proceso de transformación social a través de acontecimientos terribles como la invasión de Panamá, la Primavera Árabe, la caída del muro de Berlín, los Balcanes o las guerras de Irak.

El texto, basado en una conversación publicada en la Revista 5W como parte de la colección Voces de libros-diálogo (2017), ha sido adaptado por Miguel Rellán a un formato de conversación entre dos compañeras, interpretadas por Nuria González y Nuria Mencía, sentadas a la mesa con luz tenue mientras ambas cuentan su relación con la violencia y su pasión por el periodismo.

“Los paracaidistas en Redacción se aburren”, espeta el personaje de Maruja Torres, en un papel que le reafirma como mujer de bandera, comprometida con contar las cosas a su manera y con una sed ávida de presenciar, de dar voz a las víctimas silenciadas y de hacer honor a esas grandes mujeres que les precedieron, como María Luz Morales (La Coruña, 1889) o Carmen Rico Godoy (París, 1939).

El mensaje, sin embargo, que destapa el texto no es el de dos heroínas. Cuando se preguntan si están satisfechas con su trabajo, Torres responde con un vacilante: “Bueno, pon que sí”. Ambas coinciden en que el mundo está peor ahora que cuando empezaron, pero no hay nada de lo que hicieron que no volverían a repetir.

Una hora y media recomendable, casi obligatoria, para conocer y entender los engranajes de la corresponsalía de guerra a través de dos estandartes de nuestro mejor periodismo.

Programa de mano_Contarlo para no olvidar.pdf

Dos ejemplos

Mónica García Prieto define a Maruja Torres como el ejemplo de mujer transgresora, profesional libre y sin complejos, alejada de todo convencionalismo en un mundo dominado por los hombres. Por su parte, Torres dice que Prieto tiene la esencia de la reportera que ella misma querría haber sido: una periodista especializada en los conflictos internacionales y que ha observado cómo se desarrolla la historia ante sus ojos. Ambas recuerdan sus primeras crónicas, dan una mirada histórica al mundo árabe, hablan de los cambios en la prensa, del machismo en las redacciones y de su pasión por contar el mundo y por querer saber más.