Y que es también una invitación, como dice su autor, el fotógrafo José Manuel Navia (Madrid, 1957), a recorrer sus caminos. Un homenaje a una cultura, a su memoria y a las personas que ahí resisten contra viento y marea y que con su generosa colaboración han hecho posible llevar a cabo el libro y la exposición que hasta el 28 de mayo  se presenta en la Sala Caracciolos de la Universidad de Alcalá (Alcalá de Henares).

Son 25 comarcas de 19 provincias y ocho comunidades las fotografiadas por Navia, atento tanto a huellas de su pasado como a su realidad actual, conformada por personas que luchan por permanecer en estas tierras duras y hermosas, bañadas por una luz que no sabe de contaminación.

Para Navia, «Alma Tierra es un trabajo fotográfico que quisiera ser ante todo un homenaje a las personas que, con energía, resignación o ilusión resisten y pelean cada día por poblar un mundo rural que se fue o que se está yendo. Un homenaje también a los que ya no están, a su cultura, la cultura campesina, y a su memoria, que es además la memoria de la tierra. La voluntad de abordar este proyecto surgió tanto de mi interés por la España interior a lo largo de los años, como de la constatación de un hecho rotundo: en nuestro país, el 80% de la población vive en el 20% del territorio y, por contra, el 80% de sus tierras están pobladas tan sólo por el 20% de sus habitantes».

Catálogo gratuito de la muestra

Visita 360º a Alma Tierra en su paso por Valladolid

Avivar las brasas

«Ojalá con vosotros yo yaciese
y mi sangre regara esta alma tierra.»
(Leopardi, Cantos)

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Según Julio Llamazares (extracto de su texto incluido en el libro):

«De Aragón a Extremadura, de Galicia a Andalucía, de la meseta del Duero a la de La Mancha, kilómetros y kilómetros de territorio y miles de aldeas y caseríos se han despoblado y otros tantos continúan haciéndolo, con todo lo que ello significa. El visitante de esta exposición, como el lector del libro que la acompaña, podrá seguir sin moverse de donde esté el viaje de un fotógrafo que ha hecho miles de kilómetros y empleado cientos de días de su existencia en recorrer una y otra vez a lo largo del tiempo esa España interior agonizante pero riquísima en personas y en testimonios de una vida que se fue pero cuyas brasas algunos se empeñan aún en avivar con denuedo.

¿Una elegía? ¿Un alegato contra la marginación de unos españoles por parte del resto? ¿Una llamada a la reflexión a las autoridades y al pueblo español en general? Es difícil contar en pocas imágenes la desaparición de un mundo o la propia relación con él. Yo lo he intentado en una novela y Navia lo hace con estas fotografías, que son una proposición estética pero también moral y política en tanto que lo que se nos narra con ellas nos afecta a todos. La despoblación y la soledad pesan ya tanto en el territorio como en el alma de las personas que hubieron de abandonarlo a la fuerza o que resisten en él contra viento y marea tratando de que su tierra no se quede también sin su condición animada y espiritual. De que el alma de la tierra, en fin, siga resistiendo, puesto que sin su alma éste es un paisaje yerto».

Las comarcas

1. La montaña de Palencia, La Pernía
2. Sobrepuerto, Huesca
3. Tierras Altas de Soria
4. Las Hurdes, Cáceres
5. Los Ibores, Cáceres
6. Tierra de Trujillo, Cáceres
7 Campo de Montiel, Ciudad Real
8. Hoya de Huéscar, Granada
9. La Bureba, Burgos
10. Los Ancares, Lugo y León
11. Territorio vaqueiro, Asturias
12. Valle del Porma, León
13. Concello de Lugo
14. Terra de Caldelas, Ourense
15. Laciana, León
16. La Mesa de Ocaña, Toledo
17. La Alcarria de Cuenca
18. Tierra de Molina, Guadalajara
19. El Maestrazgo, Teruel y Castelló
20. Valle del Corneja, Ávila
21. Campo de Alba, Salamanca
22. Campo de Aliste, Zamora
23. El Sobrarbe, Huesca
24. Ribagorza y Sierra del Montsec, Huesca
25. La Guarguera, Huesca