Comisariada por Judy Ditner (Yale University Art Gallery), Leslie M. Wilson y Matthew S. Witkovsky (The Art Institute of Chicago), esta exposición recorre las siete décadas de trabajo del artista y ofrece también una aproximación a las conexiones y diálogos que estableció y mantuvo con otros fotógrafos sudafricanos que, como él, dieron testimonio de los cambios del país. «Como su obra ha sido muy publicada –explica Dinter– acordamos plantear esta muestra como una oportunidad para abordarla desde nuevas perspectivas y explorar nuevos caminos».

Leslie Wilson y Judy Ditner, comisarias de ‘David Goldblatt: sin segundas intenciones’. Foto: © Luis Domingo.

La obra de Goldblatt abordó una amplia extensión geográfica de su vasto país, así como una gran variedad de situaciones humanas que mostraban el día a día de sus conciudadanos durante y después del apartheid. Desde sus comienzos en 1948, el año en el que se introdujo formalmente el sistema racista, su trabajo, que progresivamente fue reflejando en cuidados libros, corre en paralelo a la evolución histórica, política, social y económica de Sudáfrica. A partir de 1999 adoptó el color, centrado ya en las duras condiciones de vida del periodo post-apartheid.

Goldblatt fotografió con gran objetividad a disidentes, colonos y víctimas de aquel perverso régimen, las ciudades donde vivían, sus edificios, el interior de sus hogares. Sus imágenes conforman un amplio y emocionado registro visual que no muestra explícitamente su violencia, pero deja ver con claridad todo lo que representaba. Como él mismo señaló: «Huyo de la violencia. Y no sé qué haría si tuviese que fotografiar una escena violenta. Pero hace tiempo que me di cuenta –me costó unos cuantos años hacerlo– de que los acontecimientos en sí no me interesan tanto como las condiciones que conducen a estos acontecimientos. Estas condiciones son a menudo bastante cotidianas y, sin embargo, en ellas se aprecia lo inminente. Lo inmanente e inminente».

Él creía que representar la vida cotidiana, «lo tranquilo y lo corriente donde no ‘pasa’ nada», animaba al espectador a sacar sus propias conclusiones. El contenido estaba implícito en la aparente tranquilidad y en los pies de foto tan precisos que acompañaban cada imagen y en donde se exponen las manifestaciones cotidianas del racismo y el expolio económico, social y político de la población negra. En palabras de Dinter, «las capturas de Goldblatt son muy precisas y detalladas, dando el contexto y especificidad necesaria para que el público las entienda tanto dentro como fuera de Sudáfrica».

Recorrido temático

El recorrido, de carácter temático más que cronológico, explora el acercamiento de Goldblatt al apartheid, con sus contradicciones y su complejo legado. Además se presentan tres maquetas de sus libros, una parte de su trabajo a la que dio gran importancia.

 

A principios de la década de 1970, Goldblatt publicó un anuncio por palabras: «Me gustaría fotografiar gratis a personas en sus casas. Sin segundas intenciones». De ahí surge el título de este proyecto expositivo. «Para nosotros –explica Leslie M. Wilson–, Segundas intenciones se convirtió en una forma de pensar en un sentido más amplio sobre su enfoque personal del medio, a través del cual buscaba un compromiso directo y sincero con el mundo que le rodeaba. Pero ese enfoque estaba al servicio de un objetivo, profundizar más allá de la superficie de la sociedad sudafricana».

David Goldblatt: sin segundas intenciones, reúne cerca de 150 obras que muestran la continuidad y solidez de su trabajo y ofrece también, por primera vez, conexiones con otros fotógrafos sudafricanos de entre una y tres generaciones posteriores, como Lebohang Kganye, Ruth Seopedi Motau o Jo Ractliffe, que reconocen su deuda con él como mentor que creía profundamente en el valor del intercambio y el debate, así como en la importancia de expresar las opiniones.

Las obras expuestas proceden de las colecciones de The Art Institute of Chicago y de la Yale University Art Gallery e incluyen importantes adquisiciones recientes. Tras ser presentada en Chicago entre diciembre de 2023 y marzo de 2024, Fundación MAPFRE recoge el testigo en sus salas del Paseo de Recoletos en Madrid. El año que viene podrá verse en la Yale University Art Gallery (New Haven).

Esta exposición forma parte de la sección oficial del Festival PhotoESPAÑA. La itinerancia de la muestra y la publicación que la acompaña han sido posibles gracias a Jane P. Watkins.

Compromiso y sensibilidad

Nieto de refugiados judíos lituanos, David Goldblatt pasó la mayor parte de su vida en Johannesburgo. Desde muy joven mostró interés por la fotografía y tomó sus primeras imágenes con tan solo 18 años. En 1963, tras fallecer su progenitor, decidió ganarse la vida como fotógrafo. El artista examinó escrupulosamente la historia y la política de Sudáfrica, en donde fue testigo del auge del apartheid, de sus brutales políticas segregacionistas y de su eventual desaparición. Sus sensibles fotografías ofrecen una visión de la vida cotidiana bajo este régimen y en el complejo periodo posterior, en el que el artista pasó del blanco y negro al color.

En 1998 fue el primer sudafricano en exponer de forma individual en el MoMA de Nueva York. Su trabajo fue reconocido con los premios Hasselblad (2006), Henri Cartier-Bresson (2009) y el concedido por el International Center of Photography (2013). Falleció en Johannesburgo, en el año 2018, con 88 años.