Comisariada por la conservadora Blanca de la Válgoma, la muestra aborda la estancia del pintor en la isla en el verano de 1919, tras finalizar el proyecto Visión de España para la Hispanic Society of America, que le había ocupado buena parte de los ocho años anteriores. Un viaje de especial relevancia en su trayectoria, ya que las pinturas realizadas en Baleares suponen la última visión de Sorolla del Mediterráneo, que el siguiente junio sufrió la enfermedad que le apartó de la pintura hasta el final de su vida tres años después.

Sorolla viajó a Mallorca acompañado de su mujer, Clotilde, y su hija Elena. La familia visitó durante su estancia algunos de los lugares más conocidos de la isla: Palma, Artà, la costa de Valldemossa y Pollença. Fue en esta última zona donde encontró el lugar en el que llevó a cabo una de las series más sobresalientes de su carrera, la Cala de San Vicente.

Después de unos años en los que había estado fundamentalmente dedicado a los tipos y paisajes de la Visión de España, en Mallorca, Sorolla volvió a entregarse al paisaje mediterráneo, recreándose en los juegos de la luz sobre el agua cambiante del mar y las angulosas formas de la caliza.

Guillem Bestard i Cànaves, ‘Sorolla pintando en San Vicente’. Pollensa. Mallorca. ‘La Esfera’, 23 agosto 1930.

Libre de encargos, pinta aquí para sí mismo, experimentando con texturas, pinceladas y colores que con frecuencia se separan del natural en un ejercicio de pintura pura. Sin duda, lo que más le interesa son las variaciones de luz y color que el sol va creando en el paisaje a lo largo del día.

Organizada junto al Museo Sorolla y la Fundación Museo Sorolla, la exposición reúne, por primera vez, las pinturas realizadas en este enclave, que incluyen los nueve paisajes que forman la serie: siete de ellos de la colección del Museo Sorolla, junto a dos préstamos de Es Baluard-Museu d’Art Contemporani de Palma y de una colección particular. Además, se muestra un cuadro de una payesa y dos interiores mallorquines poco conocidos. La muestra se completa con fotografías del viaje y una serie de útiles del pintor.

Joaquín Sorolla, ‘Cala de San Vicente al mediodía’, 1919, Museo Sorolla, n.º inv. 1257.