La muestra parte de una investigación teórico-plástica centrada en el conjunto de 64 casas baratas de la ciudad de Huesca o, como se conocen popularmente, Villa Isabel. Este grupo de residencias ejemplifican la respuesta al denominado problema de la vivienda, cuyo origen se relaciona con los procesos de industrialización surgidos a finales del siglo XIX y comienzos del XX y, por tanto, con el consiguiente desplazamiento de población desde entornos rurales a las ciudades. La necesidad de alojamiento para la clase obrera, y la preocupación por las condiciones insalubres de higiene y habitabilidad de las viviendas, se desarrolló en paralelo a la necesidad de expansión urbana de las ciudades y justificó la aparición de una normativa jurídica sobre casas baratas, cuya primera ley data de 1911.

En concreto, el origen de Villa Isabel surge como iniciativa de una cooperativa de viviendas fundada a finales de los años veinte y que en 1935 se transforma en la Sociedad Cooperativa de Casas Baratas La Unión Municipal Oscense. La cooperativa, formada por funcionarios y trabajadores modestos, nació con el objeto de construir para cada uno de sus socios una vivienda económica amparada por la normativa vigente.

Así, en 1935, La Unión Municipal Oscense adquirió los terrenos del campo de deportes de Villa Isabel -en aquel momento en lo que era periferia urbana- y a finales de ese mismo año se anuncia el proyecto de construcción de las 64 viviendas. Tras la paralización que supuso la Guerra, el proyecto se retoma y comienza su construcción en 1942, prologándose hasta finales de dicha década.

¿Baratas?

Isla ha pasado los últimos cuatro años investigando sobre la Ley de Casas Baratas de 1911-36 y sus sucesivas fases, hasta llegar a las Viviendas de Protección Oficial (VPO), atraído por la curiosidad de entender «por qué las viviendas que se amparaban en dicha legislación y bajo ese título hoy no tienen nada de baratas».

El proyecto que se presenta en Huesca tuvo su origen en Bilbao, la ciudad en la que reside el artista. Sin embargo, «tras descubrir que Villa Isabel estaba amparada en aquella legislación sentí la obligación de proyectarlo sobre mi ciudad». La investigación fue compleja y requirió localizar documentos de la época, bibliografía y planos originales.

 

La exposición toma lo anterior como punto de partida y presenta, como eje central, diverso material documental, incluyendo el expediente de autorización de la construcción y los planos originales del Archivo Municipal de Huesca, junto con una serie de fotografías fechadas entre 1925 y 1972 -realizadas por Ildefonso San Agustín, Rodolfo Albasini, Santos Baso, Hermanos Viñuales, Manuel Fanlo e Ismael Pascual- del lugar en el que se llevó a cabo la intervención urbanística y que pertenecen a los fondos de la Fototeca de la Diputación Provincial.

Rodeando este eje central, y como si de una piel se tratase, Jorge Isla ha instalado en las salas contiguas 64 pinturas monocromáticas, que se corresponden a los 64 colores de cada una de las fachadas que componen Villa Isabel en la actualidad. Las pinturas tienen una superficie de 1 metro cuadrado y manifiestan una referencia directa a la especulación inmobiliaria y artística actual.

La instalación invita a reflexionar sobre la historia y evolución de este conjunto residencial, así como sobre las circunstancias históricas, políticas y económicas que lo rodean. Las fachadas, que han cambiado con el tiempo, reflejan la transformación urbana y la pérdida de homogeneidad, señalando la influencia del individualismo en la sociedad contemporánea.

Además de la exposición se ha editado una publicación que recoge los resultados de la investigación de Isla, y textos del investigador y también artista Juan Pablo Ordúñez, y de Carlos Copertone, comisario y editor especializado en urbanismo y ordenación del territorio.

Jorge Isla es graduado en Comunicación Audiovisual por la Universidad San Jorge, máster en Producción Artística por la Universidad Politécnica de Valencia y máster en Proyectos Fotográficos de Autor por la Escuela Lens de Madrid, y ha recibido, entre otras, las becas VEGAP 2015, la beca de residencia de la Fundación Bilbaoarte (2018, 2023). Además, fue primer premio de la Muestra de Arte Joven de La Rioja (2019) y también recibió el pasado año el Premio de Adquisición Universidad de Loyola (Sevilla) y el Basque Artist Program del Museo Guggenheim de Bilbao. Ha expuesto de forma individual en el Centro Párraga (Murcia), en Fundación Bilbaoarte, en Las Cigarreras o en PHotoESPAÑA, además de en diversas muestras colectivas y ferias, tanto nacionales como internacionales.

Observación, reflexión y actualización

El crecimiento de Huesca ha terminado por integrar este conjunto de viviendas en la malla urbana de la ciudad y, en modo alguno, podría considerarse que conformen ya un barrio obrero. Este es el contexto sobre el que se construye el proyecto de Jorge Isla, una investigación que surge de la observación de la urbe, de la reflexión sobre la memoria y el patrimonio arquitectónico, y de la actualización del discurso sociopolítico y económico mediante procesos artísticos de creación contemporánea.