La Colección Cano está formada por 17 piezas de arqueología egipcia, entre las que destacan dos ushebtis de un personaje llamado Padishededet y el ushebti real, en bronce, del faraón Psusenes I, hallado en la necrópolis real de Tanis y datado alrededor del año 1000 a.C. También incluye dos estelas funerarias de piedra caliza, una con restos de policromía, del Segundo Periodo Intermedio (1.600 años a.C.) y otra de Baja Época (715 – 332 a.C.); varias figuras de bronce de divinidades como Sejmet, Osiris y Horus, todas ellas también de Baja Época y un escarabajo en piedra de esteatita que nombra al faraón Amenofis III.

La mayoría de estas piezas fueron adquiridas en la famosa tienda de antigüedades TANO, regentada por Phocion J. Tano, miembro de la tercera generación de una familia de anticuarios que había fundado su negocio en 1870 y que había vivido su época más brillante en las primeras décadas del siglo XX, bajo la dirección de Nicolas Tano. Cano Abellán se hizo también con algunas obras en un anticuario de Luxor, Sayed Molattam, hecho que confirma la visita del doctor Cano a esta ciudad y a sus monumentos.

La Colección Cano se complementa con una serie de fotografías y documentos de la época en la que fueron adquiridas la piezas (a modo de certificados de autenticidad), que ilustran el paso de Cano Abellán por el país del Nilo y que pasarán también a formar parte del fondo de la Biblioteca del Museu Egipci de Barcelona.

Por deseo expreso de la familia Cano, y pese a haber tenido acceso a salas de subastas internacionales, en las que hubieran obtenido un mayor precio de venta, la colección se queda en la ciudad y será exhibida desde ahora en el Museo. Con esta oportuna adquisición, y gracias a la sensibilidad de su presidente, Jordi Clos, la Fundació Arqueològica Clos y el Museu Egipci de Barcelona ofrecen a la ciudad una pequeña gran colección de un gran valor artístico e histórico.