Roglán creció entre dos culturas y sumergido en el arte, que sus padres le enseñaron a apreciar desde niño: «Siempre me encantó la historia y el arte. Aprendí primero de mis padres y después descubrí que se podía trabajar en los museos, así que empecé la carrera de Historia del Arte en Estados Unidos».

A finales de los años 90 descubre el Meadows Museum mientras preparaba su tesis sobre coleccionismo de pintura del XIX en Estados Unidos: «El Meadows me deslumbró. Ya sabía de su colección pero no la conocía entera y me enamoré».

A este texano de adopción le cuesta elegir a un único artista preferido, aunque tiene claro de dónde sería: «elegiría a un español y me quedaría con Goya o con Picasso». Entre sus obras favoritas está el Retrato de Mariano Goya, de 1827, que el Meadows Museum adquirió el año pasado, «porque es un cuadro fascinante que enlaza la tradición con la modernidad. Goya pintó a su nieto pocos meses antes de morir y lo hizo de una manera tremendamente moderna, con una técnica muy suelta. Pero cuando pienso en una obra no puedo elegir otra que Las Meninas. Le acabo de decir que me quedaba con Goya o con Picasso, pero Velázquez siempre está ahí». 

Un Prado en la pradera

Francisco Goya. Retrato de Mariano Goya, 1927

Francisco Goya. Retrato de Mariano Goya, 1827.

El nacimiento del Meadows Museum se debe al filántropo Algur H. Meadows (1899-1978), empresario del petróleo y fundador de la General American Oil Company de Texas. En la década de los 50 visitaba Madrid cada año para hacer prospecciones petrolíferas, hospedándose durante los dos meses que duraba su visita en el Hotel Ritz. Desde allí acudía cada día a visitar las colecciones del Prado. «Se enamoró de España y del arte español», recuerda Roglán, y fue entonces cuando comenzó a reunir obras procedentes de colecciones privadas: «Adquirió pocas obras pero de mucha calidad». En 1962, cuando ya contaba con una importante colección de pintura española, decide donarla a la Southern Methodist University (SMU), junto con suficientes fondos para inaugurar un museo que abrió sus puertas en 1965.

Desde que en 2001 los reyes de España inauguraran su nuevo edificio, el Meadows no ha dejado de crecer. Fue en ese mismo año cuando Roglán llegó al equipo como profesor y conservador. Se trata, pues, de un museo muy joven que aún se está dando a conocer: «Durante estos primeros 50 años el Meadows se ha estado formando como colección y como museo».

Roglán tiene claro que el Meadows Museum tiene «un sello muy personal, porque el Prado es la colección de arte español por excelencia en el mundo, pero también tiene arte flamenco, italiano, francés, holandés y de otras escuelas. Sin embargo, la Colección Meadows es sólo de arte español. Sí tiene algo en común con el Prado y es ese interés por la calidad y la variedad. Incluye a los grandes maestros, pero también a otros artistas menos conocidos de la escuela española».

Meadows Museum. Fachada con la obra de Santiago de Calatrava, Wave, 2002

50 aniversario

El Meadows Museum se prepara para celebrar en 2015 su 50 aniversario con un programa completo de actividades y exposiciones, entre las que destacan las dedicadas a las colecciones Abelló (marzo de 2015) y Casa de Alba (septiembre de 2015).

Pero aunque en estos momentos está muy centrada en la celebración de su aniversario, la institución sigue trabajando para conventirse en, como afirma Roglán, el «gran centro de arte español en Estados Unidos y el punto de referencia para cualquier persona que ame y esté interesada en el arte español».